jueves, 5 de septiembre de 2024

Recordando a dos miembros de la familia Ferrández

 

El 5 de septiembre de 1761 fue bautizado en la parroquia de San Bartolomé de Borja D. Atilano Ferrández y Fernández de Heredia. Era hijo de D. Fermín Ferrández de Navascués y de Dª. Ramon Fernández de Heredia y Castillo, pertenecientes ambos a distinguidas familias de infanzones.

 

En 1773, con tan solo 12 años, ingresó en la prestigiosa Academia de Artillería de Segovia y, tras completar su formación, fue promovido al empleo de Subteniente en 1778. Sirvió en los ejércitos de Aragón y Navarra durante quince años, pasando a la situación de retirado en 1794, con honores y sueldo de Capitán. Por Real Cédula de 26 de octubre de 1789 había sido distinguido por Carlos III con el hábito de la Orden de Santiago, siendo armado caballero en el convento de recoletas de Pamplona.

Fue regidor perpetuo de la ciudad de Borja y de la villa de Magallón, aunque fijó su residencia en Cintruénigo, tras contraer matrimonio en esa localidad con Dª. Antonia de Echeverría y Ligués, el 30 de mayo de 1790, con la que tuvo tres hijos. La mayor Atilana murió sin descendencia; la segunda, María Antonia, fue la esposa de D. Juan Antonio Milagro; y el menor, Benito.

 

D. Atilano fue nombrado Diputado para asistir a la Asamblea Nacional, convocada en Bayona por Napoleón, para legitimar las decisiones tomadas en relación con la Corona de España, pero ante la evolución de los acontecimientos no acudió.

Fue quien decidió edificar el que hoy conocemos como palacio de Navascués, en cuyo solar se encontraba la casa de los Bauluz, una distinguida familia borjana de la que, posteriormente, una de sus ramas pasó a establecerse en Magallón. El edificio fue aportado como dote de Jerónima Bauluz cuando contrajo matrimonio con Antonio Miguel Fernández de Heredia, perteneciente a otra importante familia de nuestra ciudad que se consideraba emparentada con frey Juan Fernández de Heredia, Gran Maestre de la Orden de San Juan de Jerusalén en 1377.

Su nieta Ramona Fernández de Heredia y Esmir, bautizada el 28 de noviembre de 1734 y que, el 21 de julio de 1756, contrajo matrimonio con D. Fermín Ferrández de Navascués, padres de D. Atilano que falleció en 1838, dejando inconcluso el nuevo palacio, tras la interrupción provocada por la Guerra de la Independencia.

 

         Lo terminó su hijo D. Benito Ferrández Echevarría Fernández de Heredia y Ligués (1802-1872), fruto de su matrimonio con Dª. Antonia Echeverría Ligués, bautizado en la iglesia parroquial de Cintruénigo el 11 de enero de 1802.

Heredero de una cuantiosa fortuna en Magallón y Borja, fue elegido Diputado a Cortes por la circunscripción de Borja, en 1846, como candidato liberal. En 1851 volvió a ocupar un escaño en el Congreso de los Diputados por la circunscripción de Zaragoza, siendo reelegido en 1854, tras su participación en los sucesos revolucionarios de aquel año, que le llevaron a formar parte de la Junta Interina de Gobierno, constituida en la capital aragonesa el 17 de julio de 1854. De nuevo fue elegido Diputado en 1858, en esta ocasión por el distrito de la Misericordia de Zaragoza. Fue miembro de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza y estaba en posesión de la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.

 Murió soltero en Madrid, el 25 de noviembre de 1872. Al no tener descendencia, como ninguna de sus dos hermanas, decidió dejar la mayor parte de su fortuna para que fuera ampliada la iglesia parroquial de Cintruénigo.


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