jueves, 12 de septiembre de 2024

Jornada de convivencia de las Hermandades de la Virgen de la Peana

 

         Es costumbre, por estas fechas, que las Hermandades de Nuestra Señora de la Peana de Zaragoza y Barcelona celebren una jornada de convivencia en nuestra ciudad, reafirmando su vínculo con ella y con nuestra Patrona.

         Porque las Hermandades nacieron para aglutinar a los borjanos que habían tenido que emigrar, manteniendo vivo el amor a sus orígenes, en unos momentos en los que las posibilidades retornar para celebrar las grandes fiestas locales eran mucho más complicados.

         La denominación de “Colonias”, con las que también han sido conocidas, hace referencia por lo tanto a su ubicación en un lugar “alejado” y, por ello, no tendría sentido el que hubiera una asociación similar en la propia ciudad, donde ya existe una asociación específica dedicada a nuestra Patrona.

 


         La Jornada, de la que nos ha traído imágenes Enrique Lacleta, se inició con una celebración eucarística en la colegiata de Santa María, al término de la cual se trasladaron a la capilla de nuestra Patrona, donde Laura Serrano leyó un emotivo texto y se llevó a cabo una ofrenda floral.

 


         A los pies de la Virgen posaron todos. En la primera foto aparecen los miembros de la Hermandad de Barcelona y en la segunda los de Zaragoza y Barcelona, con el párroco y autoridades de la ciudad.

 

         Nos ha sorprendido sobremanera el ver a la imagen de la Virgen, llevando fija al cuello una condecoración civil, algo completamente inusual en las imágenes religiosas. No obstante, el tema reviste tanta importancia que le dedicaremos un artículo específico.

 

         Después, el Ayuntamiento de Borja les ofreció un aperitivo en el Hogar del Jubilado, donde hubo intervenciones de los representantes de las Hermandades y del Alcalde de la ciudad.

 



         Gema Bernal Aguilera, que con un grupo de jóvenes se ha hecho cargo de la Hermandad de Barcelona, tuvo palabras de reconocimiento para las hermanas Celiméndiz Merle quienes, durante muchos años, han sido unas de las principales impulsoras de la misma, haciéndoles entrega de un pequeño obsequio.

         Por su parte, Ángel Giménez Gilaberte, de la Hermandad de Zaragoza, ofreció a Enrique Lacleta una placa, como reconocimiento a su colaboración.


         Una jota magistralmente interpretada por el propio Ángel constituyó el broche final para esta entrañable celebración.


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