Ayer comentábamos que el Memorial “Antonio Bolea” tuvo que ser suspendido, al igual que el primer espectáculo taurino. Sin embargo, aprovechando un breve espacio de tiempo en el que no llovió, pudo efectuar su primera salida la comparsa de Gigantes y Cabezudos.
Ello provocó la
lógica alegría entre los niños que pudieron volver a correr, a cierta
distancia, de los “temidos” cabezudos, aunque también causó la lógica alegría
entre los mayores, para quienes el desfile de la comparsa constituye uno de los
momentos más esperados de las fiestas.
Acompañándolos,
la Agrupación Musical Borjana que es un elemento inseparable del espectáculo y
la interpretación del pasodoble “Campanas y cohetes”, del recordado maestro D.
Ramón Borobia Paños, algo consustancial con el mismo.
Y todo ello es
posible, en gran medida, gracias a los voluntarios que llevan los gigantes y,
además, los “bailan” estupendamente. ¡Qué gran labor realizan!
A pesar de la
climatología y de las dudas que, hasta el último momento, hubo acerca de la
salida, fueron muchas las personas que acompañaron a la comparsa a lo largo del
recorrido.
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