domingo, 29 de septiembre de 2024

Libros recibidos 789

         Entre los libros que nos ha remitido la Institución Fernando el Catolico nos ha parecido especialmente interesante el que lleva por título Correspondencia confidencial con Manuel de Rada (Roma, 1768-1780) de José Nicolás de Azara.

         Son dos volúmenes con un total de 1462 páginas, en la que se transcriben 528 cartas, editas por el Prof. D. Gabriel Sánchez Espinosa, profesor titular de Literatura y Lengua española en el Departamento de Español y Portugués de la School of Arts, English and Languages de la Queen’s University de Belfast, autor asimismo de la introducción.

         El Prof. Sánchez Espinosa dedicó su tesis doctoral a las “Memorias de José Nicolás de Azara”, a partir de un manuscrito conservado en la Biblioteca Nacional de Madrid, entre otras fuentes. Surgió después la idea de publicar el epistolario que ahora ve la luz.

         En la citada introducción traza una amplia semblanza de este diplomático español, nacido en Barbuñales que, tras su trabajo en la Secretaría de Estado en Madrid, fue destinado a Roma, como “Agente de Preces”, ocupado en los negocios tocantes a los tribunales de la Iglesia, puesto en el que sustituyó al también aragonés Manuel de Roda, destinatario de la correspondencia que ahora se ofrece. En 1784 fue nombrado ministro plenipotenciario, en sustitución del conde de Floridablanca. En 1798 marchó como embajador a Francia, cargo que volvió a desempeñar, durante el consulado de Napoleón, tras un periodo de ostracismo. Cesado por Godoy en 1803, falleció en la capital francesa al año siguiente.

         Fue un hombre de gran cultura que propició la edición de diversas obras, favoreciendo a determinadas artistas que colaboraron en sus empresas, como el borjano Buenaventura Salesa, autor de los grabados de la Vida de Catón.

         Aunque ya disponíamos de otro epistolario suyo, estos dos volúmenes que reseñamos ofrecen un enorme interés, por la gran cantidad de noticias que proporcionan del período contemplado, a través de la visión de tan destacado aragonés. 

 

         Con el número 192 de la colección “Fuentes Históricas Aragonesas” ha sido editado, también en dos volúmenes, los Anales de Aragón que escribieron los cronistas Juan Francisco Andrés de Uztarroz y Miguel Ramón Zapater López, como continuación de los que, con anterioridad, escribiera Bartolomé Leonardo de Argensola.

         La edición crítica ha corrido a cargo de Javier Ordovás Esteban, un especialista en estas lides que, en esta ocasión, ha contado con la colaboración de Elena Sánchez Lasmarías.

         El prólogo lo firma Alberto Montaner Frutos, destacando la importancia de una obra que, como señalan los autores en su introducción hacen accesible para muchos el trabajo de estos cronistas, mucho menos conocidos que Zurita o Dormer.

         En el texto hay algunas referencias a localidades de nuestra zona, como Ambel, Añón, Borja o Veruela, aunque no son muy abundantes. Sin embargo, estamos ante una obra sumamente interesante, que viene a complementar aquellos Anales de Zurita que editó el Prof. Canellas.


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