El 1 de septiembre de 2003 falleció Glauco Capozzoli Emanueli que había nacido en Montevideo el 10 de julio de 1929, en el seno de una familia napolitana, establecida en esa república americana. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes de la capital uruguaya y muy pronto destacó como pintor y grabador de reconocido prestigio, llegando a obtener siete medallas en otros tantos Salones Nacionales de Bellas Artes de Montevideo.
Recibió, asimismo, otras importantes distinciones, como el Premio “Casa del Teatro” a la mejor escenografía de la temporada 1963, y otros en el Concurso de Diseño Industrial celebrado en 1962. Durante esa época realizó dos frescos en la residencia del Presidente del Consejo Nacional de Gobierno de Uruguay. En 1968 viajó a Nueva York, donde residió hasta 1970, realizando estudios especializados sobre técnicas de grabado en el Pratt Institute for Contemporay Printmaking.
En 1971 se estableció en
Barcelona, entrando en contacto con D. Germán Bandrés, en cuya sala Gaudí,
presentó varias exposiciones en años posteriores. De la mano de Bandrés llegó a
Borja en 1990, para una estancia temporal que se convirtió en definitiva, al
sentirse identificado con nuestra ciudad y su entorno, donde impulsó
importantes proyectos culturales, junto con su esposa la pintora Sonja Sananes.
Uno de ellos fue la creación del Taller de Grabado “Valeriano Bécquer” en el
que impartió docencia y forma a un grupo de discípulos.
A través del taller, y
con el patrocinio del M. I. Ayuntamiento de Borja instituyó el Premio de
Grabado “Ciudad de Borja”, con carácter bianual, que alcanzó un gran nivel
convirtiendo a las exposiciones de las obras participantes en uno de los
acontecimientos más destacados, entre la variada serie de actos culturales que
tienen lugar en nuestra ciudad. Continuó practicando la pintura, siendo uno de
los artistas que mejor han reflejado los paisajes borjanos, llevando su obra a
numerosas exposiciones individuales y colectivas.
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