No hace muchos días, recordamos la figura de D. Justo Ruiz, el último farolero que existió en Borja y con él, aquella época la única iluminación de nuestras calles eran unos faroles de gas que, cada atardecer, se encargaba de encender. Hoy queremos referirnos al momento en el que fueron sustituidos por el alumbrado eléctrico.
Ofrecíamos en ese artículo la imagen de
uno de aquellos faroles que aún se conservaban (sin uso), cuando ya se habían
colocado soportes con pantallas que cobijaban a una mortecina bombilla que
proporcionaba una luz que nada tenía que ver con esa iluminación actual,
excesiva para muchos, a la que estamos acostumbrados.
Ofrecíamos en ese artículo la imagen de
uno de aquellos faroles que aún se conservaban (sin uso), cuando ya se habían
colocado soportes con pantallas que cobijaban a una mortecina bombilla que
proporcionaba una luz que nada tenía que ver con esa iluminación actual,
excesiva para muchos, a la que estamos acostumbrados.
Fue el 31 de julio de 1894 cuando se
inauguró en Borja el alumbrado eléctrico. La mejora fue debida a una iniciativa
privada cuyo impulsor fue D. Valentín Giménez, del que no conocemos más datos.
Las primeras farolas se instalaron en el Campo del Toro, utilizando “gallardas
columnas de hierro”, y la iniciativa corrió a cargo del industrial D. Cipriano
Salvatierra Rufo, un navarro que, más tarde, fue el creador de sociedades
relacionadas con la producción eléctrica como Electro Industrial Navarra y
Electro Industrial de Castilla la Nueva.
Salvatierra fue quien, en octubre 1887,
presentó una proposición en el ayuntamiento de Pamplona para instalar cinco
focos en la plaza del Castillo de esa ciudad. Al fracasar esta iniciativa,
decidió acometerla personalmente y, al mes siguiente, inició el tendido de una
línea comercial que se alimentaba con la electricidad producida por una máquina
de vapor. Muy pronto se instalaron en la capital navarra unas turbinas en el
molino de Santa Engracia por lo que, probablemente, la primera planta quedó en
desuso.
El dato es interesante pues, cuando
sólo siete años después, se inauguró el tendido eléctrico en nuestra ciudad,
todavía no existían las centrales del Moncayo que, más tarde, produjeron la
electricidad necesaria. Cabe preguntarse entonces, de donde procedía el
suministro y, en este sentido, las crónicas de la época son explícitas al
señalar que el párroco de Santa María, D. Protasio Gracia, procedió a “bendecir
las máquinas” por lo que no cabe la menor duda de que la planta estaba
instalada aquí y debió ser un generador impulsado por una máquina de vapor,
como la primera de Pamplona.
La inauguración constituyó todo un
acontecimiento social, con toda la población en las calles, admirada por un
resultado que, como resaltaron los cronistas, resultó ser óptimo, sin que se
observara “ni una interrupción ni la oscilación más pequeña” en el transcurso
de las cuatro horas que duró la experiencia.
Era alcalde de la ciudad, en aquellos
momentos, D. Gerardo López Larraya quien ofreció una recepción en el Salón de
Reyes, donde se instalaron mesas para los invitados con “ramilletes, tortadas,
multitud de pastas, finos licores y ricos quesos helados”. Entre las
personalidades presentes en el acontecimiento se encontraban todas las
autoridades locales, los Diputados Provinciales Sres. Ojeda y Castillo, así
como los generales borjanos D. Romualdo Nogués y D. José Díaz-Ilarraza. El
primero de ellos, era el ilustre escritor y cuñado de D. Braulio Foz, mientras
que Díaz-Ilarraza fue uno de los personajes más destacados de los liberales
borjanos, comprometido en todas las conspiraciones de la segunda mitad del
siglo XIX y Alcalde de Borja tras la revolución de 1868.
Mientras tanto, en la plaza del Campo
del Toro el numeroso público congregado, tanto de Borja como de las localidades
del entorno, se divirtió con la actuación de la primera Banda Municipal de
Música que hubo en nuestra ciudad, fundada en 1893 y dirigida por D. José Gusi
Soler, del que conservamos algunas partituras suyas en el archivo histórico que
la Agrupación Musical Borjana depositó en nuestro Centro.
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