Comentábamos ayer que Enrique Lacleta había estado en la Estanca, constatando la escasa actividad que había en ese lugar, con poca agua, aunque captó imágenes como esta de la Casa, declarada BIC, rodeada por esos gigantescos molinos que tan notable impacto visual tienen en la zona.
Pero, allí vio
a tres perros aparentemente abandonados ya que no llevaban collar y, uno de
ellos (el blanco) mostrando signos de desnutrición. Quizás se trataba ya de
perros asilvestrados que vagan por allí, en busca de alimento y acercándose a
beber en la Estanca.
Precisamente el blanco, al divisarlo,
se le acercó y, como Enrique no conoce el comportamiento de estos animales, la
actitud del perro, con la boca abierta, le intimidó aunque, quizás, no entrañaba
peligro.
En ocasiones, se han referido
ataques de perros asilvestrados a algún rebaño. No es el caso de Borja, pero
cabría preguntarse de dónde proceden estos animales y si hay quien los abandona
a su suerte.
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