Continuando con el “inagotable” conjunto de obras legadas por el Dr. Aguilera Aragón, reseñamos hoy, en primer lugar, la que lleva por título Organización y diseño de exposiciones. Su relación con el museo, de la que es autor Michael Belcher, publicada por Ediciones Trea, en 1994, dentro de la colección dedicada a “Biblioteconomía y Administración Cultural”.
La obra del Prof.
Belcher despertó un gran interés por sus reflexiones sobre todo lo relacionado
con los objetivos de los museos y sobre todo la forma en la que se realiza la interactuación
con su público, para el que las exposiciones pueden representar un incentivo
especial, aunque no exento de problemas.
En 1995, el
Ministerio de Cultura editó la obra Perfil y formación de Gestores
Culturales, cuya presentación corrió a cargo de la entonces Ministra de Cultura
Dª. Carmen Alborch. En ella destaca la importancia del Patrimonio Cultural español,
para el que, junto con la necesidad de conservarlo, enriquecerlo y difundirlo,
se requería llevar a cabo una gestión eficiente del mismo.
De ahí, que el
libro pretendiera abrir un debate en torno a la formación de los necesarios
gestores culturales, a través de los capítulos que firmaban destacados
profesionales, distribuidos en dos partes.
La primera
estaba dedicada al Perfil profesional de los Gestores Culturales, coordinada
por Xavier Marcé, mientras que la segunda trataba sobre la formación de los Gestores
Culturales en España, bajo la coordinación de Alfons Martinell.
Reseñamos
finalmente, el folleto o cuaderno, editado por el Gobierno de Aragón como aportación
a los 150 años de historia del Museo de Zaragoza, con textos de Miguel Beltrán
y Carmen Gómez Dieste. La maquetación corrió a cargo del recordado Jesús Ángel
Pérez Casas.
Junto con un
recorrido por las distintas ubicaciones que ha tenido el museo a lo largo del
tiempo, se muestran también las reformas llevadas a cabo en la sede de la plaza
de los Sitios, ahora nuevamente en obras.
Incluye estadísticas
de la actividad desarrollada por el museo e imágenes de las últimas incorporaciones
(por entonces) a sus fondos. Entre ellas aparece la del vaso campaniforme de
Mallén, del que hay una réplica en nuestro Museo Arqueológico.
También una “Maternidad”
en bronce de Honorio García Condoy de la que nuestro Presidente adquirió su boceto
en escayola.
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