El periódico digital El Confidencial ha publicado recientemente un artículo ilustrado con esta imagen, que lleva por título “Este es el pueblo más barato de Zaragoza para comprar una casa por menos de 85.000 euros” y ese “pueblo” es Borja. Puede leerse en este enlace.
En él se afirma que el municipio de
la provincia de Zaragoza más barato para adquirir una vivienda es nuestra
ciudad, donde según el artículo el precio medio del metro cuadrado es de 938,79
euros, un 48,6 % por debajo de la media provincial y un 60,1 % menor que la
media nacional.
Ante esa información cabe preguntarse
¿Qué refleja la cotización de la vivienda aquí? y ello ¿Es bueno o es malo? Las
respuestas pueden ser variadas, pero no cabe duda que un mercado regido por la
ley de la oferta y la demanda, esos precios vienen a poner de manifiesto el
escaso atractivo, en ese sector, que ofrece Borja.
Es posible, sin embargo, que el dato no tome en consideración la situación de los edificios del casco antiguo, dado que el estado de muchos de ellos, permite su adquisición a precios notablemente más bajos.
Pero, no menos
preocupante, en un momento en el que abundan las informaciones referidas a
cuantiosas inversiones en el ámbito industrial, relacionadas con municipios de
la provincia, Borja parece haber quedado relegada.
Es cierto que,
no hace mucho tiempo, se informó sobre la ampliación de dos industrias ya establecidas
en el Polígono Industrial Barbalanca e, incluso, se difundió una noticia
relativa a la posible llegada de otra industria, supuestamente importante, de
la que, hasta el momento nada sabemos.
Cabe esperar
que aquella etapa en la que el polígono despertaba notable interés, vuelva a
reproducirse, sobre todo en estos momentos en los que la llegada de
multinacionales en sectores innovadores, con grandes inversiones, comienza a estar
de actualidad.
Aunque lo ponemos
en duda, por varias razones, nuestro natural optimismo nos impulsa a confiar en
quienes, muy probablemente, estarán trabajando con la tenacidad que les caracteriza
para que no quedemos descolgados ante una nueva era.
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