El 1 de enero de 1641, falleció en Huesca el obispo de esa ciudad D. Francisco Navarro de Egui, al que creímos natural de Borja, pero la Profª. Dª. Rebeca Carretero Calvo, pudo establecer que había nacido en Bulbuente, a partir de los datos de su testamento.
Los Navarro
de Egui, una de cuyas ramas tenía casa en Borja, que es el actual palacio del
marqués de González de Castejón, se había establecido en Bulbuente a mediados
del siglo XV, siendo propietarios de edificio sito junto al palacio de los
abades de Veruela.
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La mitad
del mismo fue restaurada recientemente y convertida en alojamiento rural, pero
en la otra mitad encontramos una serie de grafitos que prueban, de manera incuestionable,
su relación con los Navarro de Egui.
D. Francisco cursó
estudios en la Universidad de Huesca y, en 1594, tomó posesión de una plaza de
canónigo en la catedral de Tarazona, de la que fue tesorero. Consagrado obispo
el 26 de noviembre de 1628, tomó posesión de la sede su sobrino D. Pedro Miguel
Valsorga (o Balsorga) que, en este caso, sí había nacido en Borja, siendo
bautizado en la parroquia de Santa María el 24 de mayo de 1538. Llegó a ser
obispo auxiliar de Huesca, con derecho a sucesión, pero falleció el 7 de
noviembre de 1635, antes que su tío que murió el 1 de enero de 1641.
Era considerado un “varón
sabio y adornado de todas las calidades que constituyen un digno Prelado”.
El 1 de
enero de 1835 nació en Vic D. Ramón
María Garriga y Nogués, perteneciente a una destacada familia de Borja. Catedrático
de Griego en la Universidad de Santiago de Compostela y, posteriormente, en la
de Barcelona, de la que llegó a ser Rector.
Veraneaba
todos los años en el Santuario de Misericordia, sobre el que escribió una
conocida historia de gran interés para conocer lo que allí acaecía a finales
del siglo XIX.
Pero escribió también otras muchas obras que
hemos reunido en nuestro Centro, desde las propias de la disciplina que
enseñaba hasta las de contenido religioso, así como otras de tipo costumbrista.
Soltero toda su vida y de
conducta intachable, se caracterizó por el rigor que ponía en el cumplimiento
del deber, llegado a dar clase el día del fallecimiento de su madre. Falleció
el 22 de febrero de 1906 y dispuso ser enterrado en la iglesia del Santuario,
frente al presbiterio.
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