La hoguera de San Antón en Borja

            A las 8 de la tarde de ayer comenzaron a arder en la plaza del Mercado de Borja las viejas cepas apiladas por los cofrades de San Antón, siguiendo una arraigada costumbre.

            Poco después, el nuevo mayordomo de la cofradía, D. Javier Lumbreras, acercó simbólicamente a la hoguera las patatas y cebollas que se iba a repartir. En realidad, dichos productos venían ya preparados con el objeto de no hacer esperar, demasiado tiempo, a los hambrientos devotos.

       Inmediatamente, bajo los soportales de la plaza, comenzó el reparto de las patatas asadas, a cuantos se acercaron a las mesas instaladas al efecto.

También se hacía entrega de un vaso del buen vino de nuestra tierra que, en estos momentos, está alcanzando insospechados niveles de popularidad en todo el mundo. Buena prueba de ello lo constituye el hecho de que el artículo que publicamos hace unos días, sobre esa calificación obtenida por el Borsao joven de este año, como “uno de los mejores vinos del mundo en relación calidad/precio” se ha colocado, rápidamente, entre las páginas mas visitadas de nuestro blog.

            No es de extrañar, por lo tanto, que la concurrencia fuera creciendo tan pronto comenzó el reparto, manteniéndose así a lo largo de todo el tiempo en que la hoguera permaneció encendida.

            Una “anciana” borjana nos recordó que, en un pasado no demasiado remoto, este día se encendían hogueras en varias calles de la ciudad. Fue hacia 1942 cuando un grupo de personas decidió centralizar este acto en la plaza de San Francisco, donde siguió desarrollándose durante muchos años. En aquella época, antes de prender la hoguera todos los asistentes rezaban el Santo Rosario y, por este motivo, se está estudiando la posibilidad de recuperar esta piadosa tradición el próximo año, repartiendo las patatas exclusivamente entre los que concurran a esta ceremonia previa, con especial fervor y devoción.