El
recorrido terminó en el Auditorio Municipal donde, en esta ocasión, se ha
instalado el belén monumental que, hasta ahora, se mostraba en el convento de
la Concepción, realizado por un grupo de belenistas voluntarios. Ante la
imposibilidad de realizarlo este año en su emplazamiento habitual, el M. I.
Ayuntamiento ha cedido el Auditorio con un resultado excelente, tanto por las
características de la sala como por las del propio belén.
Se
trata de un belén que reproduce edificios de nuestra ciudad, presididos en lo
alto por el castillo y en el que cada año, se van incorporando nuevos
monumentos. El antiguo lavadero o el Arco de la Carrera que se ven en estas
fotografías, en torno al portal, habían podido ser contemplados en ocasiones
anteriores.
Otro
tanto ocurre con la iglesia de San Bartolomé (con sus danzantes) y la plaza del
Mercado, cumpliendo la función para la que fue concebida, con numerosos puestos
en el centro de la misma.
Sin
embargo, la novedad de esta nueva edición está constituida por la reproducción
minuciosa de la Casa de Aguilar, sede de nuestro Centro, caracterizada como el
palacio de Herodes, en la que la silueta del malvado monarca se adivina a
través de uno de los ventanales superiores.
No
faltan referencias al Santuario de Misericordia, como la fuente de las Canales,
la ermita del Calvario y los aerogeneradores de la Muela. Todo ello constituye
un conjunto de gran belleza que merece la pena contemplar detenidamente.
Un
brillante arranque, por lo tanto, para las fiestas que se acercan, con las
calles iluminadas y a las que, en esta ocasión, viene a sumarse un puesto de
castañas asadas que, desde hace unas semanas, ha sido instalado en la plaza de
España.
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