viernes, 27 de enero de 2017

Libros recibidos 71


         Gran acierto de la Institución “Fernando el Católico” al editar los Comentarios para la Historia de Aragón del cronista Bartolomé Leonardo de Argensola, al ser el único de sus textos historiográficos que quedaban inéditos. Bien es verdad que no llegó a elaborar sus notas como una obra acabada, habiendo quedado de la misma varios manuscritos, como señala Alberto Montaner Frutos en el Prólogo. La edición ha sido realizada por Javier Ordovás Esteban y va precedida de unos apuntes biográficos sobre el canónigo Argensola y el análisis detallado del manuscrito nº 10 del Archivo Municipal de Zaragoza que ha servido de base para esta edición en la que, a nuestro juicio, faltan unos índices que facilitaran su consulta.      
         Los comentarios no relatan acontecimientos exclusivamente aragoneses, sino que dan noticias de los hechos referidos a la monarquía hispánica y a otras naciones, en el período que abarcan.

         Por lo que a nosotros respecta, se hace alusión al nombramiento del jesuita borjano P. Marco Antonio del Arco (1564-1638), como confesor de la infanta Ana, la hija mayor de Felipe III cuando pasó a Francia para contraer matrimonio con Luis XIII, hecho que ya recogíamos en nuestro Diccionario Biográfico.  Pero lo más importante es que nada menos que 47 páginas de la obra están dedicadas a la transcripción de la investigación llevada a cabo en Mallén, Añón, Ambel y Alberite, a raíz de las vandálicas acciones que en esas localidades llevaron a cabo las compañías de infantería alojadas en 1626. Los datos que ofrece sobre lo ocurrido y las declaraciones efectuadas por los numerosos testigos que fueron citados, constituyen un material de gran valor para la realización de un trabajo prosopográfico que debería ser abordado. Es significativo el hecho de que todas esas poblaciones dependieran de la Orden de San Juan y entre los deponentes hemos encontrado al vicario de la iglesia parroquial de Mallén, mosén Pedro Ruiz de Razazol, hermano de la “fundadora” del convento de la Concepción de Borja.




         También por vez primera publica la Institución los Diarios de viaje de Valentín Carderera por Europa (1841-1861). París, Londres, Bélgica y Alemania, edición realizada por el Dr. D. José María Lanzarote Guiral, que ya había publicado, en 2013, el Viaje artístico por Aragón de Valentín Carderera. El libro va precedido por un documentado estudio introductorio sobre la historia del viaje y la personalidad de este artista reconvertido en erudito, como lo califica. Sigue después la edición crítica de los diferentes cuadernos, en los que iba anotando con minuciosidad los hechos de cada día, desde la climatología, a las visitas efectuadas, incluyendo escatológicos datos personales sobre las veces que obraba, cuándo afeitaba o las ocasiones en las que daba buena cuenta de una taza de chocolate.



         El Centro de Estudios Bilbilitanos acaba de editar dos libros. Nos ha parecido interesantísima la Guía de las orquídeas de la Comunidad de Calatayud, de Alberto Portero Garcés, un veterinario con vocación de naturalista que nos ofrece esta recopilación de las 26 especies de orquídeas que ha podido encontrar en la zona estudiada. Tras unas generalidades sobre este tipo de flores, incluye las fichas de cada especie, ilustradas con magníficas fotografías a todo color. Un acierto, por lo tanto, del Centro de Estudios Bilbilitanos y de la Comunidad de Calatayud que ha colaborado en la edición, la cual contribuirá a un mejor conocimiento de un tipo de plantas que, a pesar de ser asociadas al clima tropical, se encuentran distribuidas por todo el mundo y, como se indica en el libro, más de 300 especies crecen en la península ibérica.



         La otra obra lleva por título Viveristas y fruteros del Jalón. La tierra, el agua, los cultivos y las gentes. Desde Embid de la Ribera hasta Purroy de Jalón. La ha escrito Francisco Tobajas Gallego que, como nacido en Saviñán, conoce bien el tema, pues, como precisa, esa localidad llegó a ser reconocida como cuna de los viveros en España. Por eso, el libro quiere ser un homenaje a unos hombres y mujeres excepcionales, esforzados y adelantados a su tiempo. Auténticas sagas familiares se dedicaron a la puesta en marcha de viveros y también  fueron pioneros en la venta y exportación de frutas a toda España y muchos países extranjeros. Todo ello, trabajando con pocos medios en una época muy diferente a la actual. Justo reconocimiento, por lo tanto, a su esfuerzo y dedicación es la edición de esta obra que trata de la tierra y el agua que hicieron posible el florecer de esos cultivos en la ribera del Jalón y que también incluye una especial mención a sus agricultores y fruteros, así como a los viveristas, junto con amplia documentación gráfica.

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