Cuando
el tráfico incesante de vehículos de motor se ha convertido en algo habitual,
los más jóvenes difícilmente pueden imaginarse que hubo un tiempo, no muy
lejano, en el que las carreteras era poco más que caminos de tierra, por las
que se paseaba o circulaban tranquilamente los animales de labor, incluso con
la tradicional cabra tras ellos, como puede verse en estas dos imágenes de la
carretera de Cortes a la altura de “La Granja”, de las que la primera es la más
antigua, cuando aún no se habían pintado en la tapia los reclamos comerciales
del establecimiento de sus propietarios.
Esta
otra fotografía que, como las anteriores nos ha enviado D. Fernando Castellot,
corresponde a la carretera de Ainzón a la altura de las casas de Andía y del
terreno que hoy ocupa Bodegas Borsao. En un banco de cemento aparece un grupo
de niños, entre los que hemos podido identificar a José Luis Suñén, Fermín
Tabuenca y Francisco Castellot. Detrás de ellos, la estrecha carretera, por
supuesto sin pavimentar.
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