Que
las semanas de Estudios Medievales que cada año organiza en Nájera la
asociación de “Amigos de la Historia Najerillense” constituyen un
acontecimiento de extraordinaria importancia es algo fuera de toda duda, así
como que su trascendencia adquiere mayor relieve, merced a la puntual
publicación de sus actas por Instituto de Estudios Riojanos. Ahora, acaban de
llegarnos las correspondientes a la XXVII semana, celebrada el pasado año, bajo
el lema La memoria del poder, el poder de
la memoria. La obra reúne los textos de diez de las ponencias presentadas
cuya lectura recomendamos y de las que, en nuestro caso, nos ha parecido
especialmente interesante la de Carlos López Rodríguez sobre “Documentos,
cartularios, archivos. Memoria e instrumentos del poder regio en la Corona de
Aragón”, en la que realiza un minucioso recorrido por la historia del Archivo
de la Corona de Aragón, creado en 1346 con una funcionalidad específica,
reuniendo los fondos que se conservaban en otros lugares, uno de los cuales
era, como es bien sabido, el monasterio de Sijena. Además, hay otros dos
trabajos relacionados con Aragón, el de Rafael Narbona Vizcaíno acerca de “Memoria
e identidad en los patriciados urbanos de la Corona de Aragón”, con referencia
al papel de las Casas Consistoriales como depósito de la “memoria”, y el de
Marta Serrano Coll, titulado “La imagen como recurso memorialista: el espejo
del rey de Aragón”. Acerca de los temas tratados, podríamos aportar el
significado de lo que en nuestra zona se conoce como “Libros Luceros”, de los
que por cierto acabamos de efectuar un descubrimiento importante, al que
haremos referencia en un próximo artículo.
Los
doctores Jorge Mínguez y Regina Ruiz de
Viñaspre, junto con la doctoranda Ana Cobos Rincón son los autores de la obra La cultura enfermera del siglo XX en la
Rioja. De enfermera, practicante, matrona, ATS y DUE al grado de Enfermería,
editado también por el Instituto de Estudios Riojanos. Como señalan en la
contraportada el libro analiza los cambios que se van operando en esa comunidad
autónoma, perfectamente transpolables a otras, sobre la manera de abordar los
cuidados en materia de salud, hasta su conversión en una auténtica profesión
universitaria. Va avalado por una abundante bibliografía, con referencias a
artículos y libros, entre los que hemos encontrado el de nuestro Presidente sobre
La Sanidad Naval española, así como
por la realización de entrevistas a personas representativas de los cambios
operados.
De
gran acierto hay que calificar la publicación ahora del tomo IV del Inventario Artístico de Logroño y su
provincia La Rioja, coordinado por D. José Gabriel Moya Valgañón, en el ya
lejano año de 1989 que, por diversas circunstancias que se especifican en el
prólogo, había quedado inédito. Ve la luz ahora, con las limitaciones que
señala a causa de las modificaciones metodológicas derivadas de la cambiante
condición humana; cosa que a nuestro juicio no le resta valor, dado que por una
parte da a conocer los materiales recopilados en su momento y, por otra,
completa la colección de inventarios de esa comunidad que, como el resto de los
de otras zonas, tienen un indudable valor como punto de partida para todos los
investigadores actuales.
Finalizamos
hoy con la reseña del volumen “n” de
la serie de Literatura que viene
publicando el Centro de Estudios del Jiloca, en el que se incluyen los trabajos
galardonados en el Certamen de Literatura “Miguel Artigas”. El primer premio del
XVI certamen fue para “San Habilitado”, de Emilio Alonso Feliz, nacido en
Valencia aunque madrileño de estirpe y vocación. En la XVII edición ese galardón
recayó en “Huellas de barro”, del que es autor José Andrés Arbués Ramos, de
Ejea de los Caballeros. Inserta asimismo “El milagro de San Leonardo”
presentado por el leonés Carlos García Valverde al XIII certamen; y una
selección de poemas de María Jesús Soriano y Guallarte.
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