La noticia es que el llamado “lumbrerón” de Pozuelo
de Aragón, una cabaña agrícola de piedra seca y planta circular, declarada Bien
Inventariado del Patrimonio Cultural Aragonés, se ha vuelto a derrumbar, tras
haber sido restaurada por su propietario hace dos años. Al dar cuenta de este
triste acontecimiento, queremos aportar algunos datos sobre la reciente
historia de este importante elemento de nuestra arquitectura popular.
En
el archivo de nuestro Centro, hemos encontrado estas fotografías que muestran
el estado en el que se encontraba el lumbrerón en el último tercio del siglo
XX. Fueron realizadas por D. Manuel Alcega Domínguez, en la década de los años
70 y es la primera vez que se publican. Como datos interesantes podemos ver las
dimensiones del vano existente en el lado opuesto a la entrada de la cabaña,
así como que algunas de las tapias de piedra de su entorno
todavía estaban en un estado aceptable.
Llama
la atención que su forma no era perfectamente tronco cónica, sino que el
diámetro tenía un pequeño estrechamiento a partir de la parte bajo de la
ventana o vano antes reseñado. Bajo el mismo se aprecia un cambio de textura en
las hiladas de piedra y algo similar ocurre en las zonas señaladas en la
fotografía superior, lo que induce a pensar que fue sometida a reparaciones en
diversos momentos, quizás como consecuencia de desprendimientos o derrumbes más
o menos espectaculares.
Sin
embargo, llegó en buen estado hasta fechas relativamente recientes en las que
se produjo el primer derrumbamiento, que es el que aparece en esta imagen,
realizada por Félix A. Rivas.
Se
mantuvo en pie la parte anterior, como se ve en esta fotografía de Pedro
Domínguez Barrios, de manera que, desde este ángulo, parecía que continuaba en
perfecto estado. También se aprecia en ella ese escalonado al que hacíamos
referencia anteriormente.
Diversas
voces se alzaron entonces pidiendo que se actuara para salvar al lumbrerón. En
este blog se publicaron dos artículos, en mayo y diciembre de 2011. El 15 de
diciembre de 2011, había sido declarado “Bien Inventariado”, un paso importante
pero insuficiente pues, como recordamos en otro artículo publicado el 23 de
mayo de 2012 “lo primordial es proceder a su restauración”. Para entonces, como
informaba Pedro Domínguez, sus propietarios estaban intentando recabar alguna
ayuda para poder salvarlo.
Finalmente,
el 2 de junio de 2013, pudimos informar que el lumbrerón se había “salvado”,
merced a la actuación del propio propietario que, con sus propios medios, había
acometido la obra. Estas imágenes corresponden a ese momento en el que nada
hacía presagiar que, dos años después, todo se vendría abajo.
Y,
efectivamente, eso es lo que ocurrió tras las lluvias de hace unas semanas. Prácticamente,
toda la obra nueva se derrumbó y la situación viene a ser la misma en que se
encontraba antes de proceder a su rehabilitación. Es lógico pensar que algo ha
fallado, aunque no somos técnicos para poder establecer las causas. Por otra
parte, este tipo de obras fueron siempre acometidas por personas con habilidad,
pero no especialmente cualificadas y, frente a lo que pudiera parecer en un
principio, se hacían en un tiempo relativamente breve. Esperemos que el contratiempo
no constituya una sentencia definitiva para este elemento de nuestro
patrimonio, sino que por el contrario, recuperados del mismo, se puedan retomar
los trabajos para su definitiva restauración.
menister
ResponderEliminarYe menister atrapazia-lo ascape , ye una dixas construzións unicas d'artesania popular. Lo Conzello d'o Pozuelo ha de fer bella cosa a l'ínte ta que no s'esboldregue de raso.