Entre
las revistas recibidas que teníamos pendientes de reseñar se encuentra el nº
201 de Reales Sitios, una excelente y
veterana publicación del Patrimonio Nacional que había quedado atrasada en su
periodicidad (este número corresponde al primer trimestre de 2015), pero que
anuncia en su editorial cambios importantes, encaminados a mantener el
prestigio que siempre tuvo. Este volumen mantiene la calidad de su impresión y
sus contenidos, entre los que debemos destacar el trabajo de José Luis Sancho sobre
“Goya y el despacho de Carlos IV en el Palacio Real de San Lorenzo de El
Escorial”. El pintor aragonés realizó su última serie de cartones para tapices,
con destino a esa estancia, en la que nunca llegaron a colocarse, en parte por
el cambio de gustos del monarca y la remodelación de ese espacio, poco conocido
por el público por formar parte de las llamadas “habitaciones de maderas finas”
que no se incluyen en el recorrido habitual por el monasterio. La revista
incluye asimismo un trabajo sobre la Venus de Giovanni Andrea Sirani,
conservada en el Palacio Real de la Granja; otro sobre las obras de David
Teniers “el joven” en las colecciones reales; y un interesante estudio sobre el
llamado “coche de la corona real”.
El nº
27 de la revista Aragón en la Edad Media,
incluye una serie de trabajos presentados en un taller interdisciplinar,
organizado en 2016, con el lema “Del Máster a la Tesis”, con el propósito de
iniciar una serie de encuentros informales en los que los investigadores, en
proceso de formación, pudieran debatir sobre los temas que estaban abordando,
sirviendo como estímulo para ellos y foro adecuado para el intercambio de
ideas. Fueron 18 las personas que participaron, abordando sus comunicaciones
distintos aspectos de la Edad Media y, en este ejemplar, se ofrecen diez de los
trabajos, todos ellos de gran interés.
Entre
los contenidos del nº 160-161 de Rolde,
la revista que edita el Rolde de Estudios Aragoneses, queremos mencionar el
artículo de Javier Liébana sobre “Pilar Bayona, una intérprete comprometida con
su tiempo”, así como el trabajo en torno a “La nevera de Malanquilla” que
firman Javier Martínez Aznar y Miguel Ángel Solá Martín. Especialmente curioso
es el artículo del historiador Fico Ruiz que nos presenta a dos personajes
contrapuestos; por un lado a Francisco Ponzán Vidal, miembro de la CNT que
llegó a ser un héroe de la Resistencia en Francia, mereciendo las más altas
distinciones militares. Por otra lado, Miguel Ezquerra Sánchez, un oscense que
fue uno de los últimos defensores del búnker de la Cancillería en Berlín,
logrando sobrevivir para continuar desarrollando una singular trayectoria, casi
novelesca, hasta su fallecimiento en Madrid, en 1984.
Damos
cuenta, finalmente, de la recepción del nº 177 de Serrablo, la revista de la ejemplar Asociación de Amigos del
Serrablo, en la que entre otras interesantes noticias da cuenta de la
inauguración del Centro de Interpretación de las iglesias del Serrablo en
Lárrede, así como de las numerosas actividades que la asociación viene
desarrollando.
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