La Institución “Fernando el Católico” nos ha remitido dos nuevos volúmenes de la obra Años políticos e históricos de las cosas más particulares ocurridas en la Imperial, Augusta y Siempre Heroica ciudad de Zaragoza, que escribió Faustino Casamayor (1760-1834), un excepcional testigo de lo acaecido en la capital aragonesa durante aquellos.
La obra, publicada en colaboración
con Editorial Comuniter, ha ido apareciendo, fragmentada por años y, de
anteriores volúmenes ya hemos dado cuenta en este blog. Ahora nos llega el
correspondiente a los años 1788 y 1789, con una introducción de José Ignacio
Gómez Zorraquino, en la que con el título “Con poca Ilustración: la prolongada
aristocratización”, analiza los aspectos abordados por Casamayor: la
climatología y la preocupación por las subsistencias; las celebraciones
religioso-festivas; la progresiva aristocratización de las instituciones o la
muerte de Carlos III, entre otros.
Aquí solemos mencionar las
referencias a nuestra zona que incluye. En este volumen se cita al VI conde de
Sobradiel, que era regidor del Hospital de Ntra. Sra. de Gracia y estaba casado
con Dª. Joaquina Marín de Resende y Francia, de la casa de los condes de
Bureta.
Al citar a los médicos de cámara, incluye al borjano D. Miguel Amar y Arguedas, nacido en nuestra ciudad en 1715. También incluye la toma de posesión de P. Antonio Ateza, como abad de Veruela, el 12 de septiembre de 1788. Con ese motivo ofrece un resumen de la historia del monasterio, con mención expresa a su fundador D. Pedro de Atarés del que dice era “señor del castillo de la Zarza, hoy Borja”. Además, en la reseña correspondiente al 10 de septiembre de 1789, se dice que ese día tomó posesión de la vara de alcalde mayor de Zaragoza, D. Manuel de Laredo, natural de Daroca, que hasta ese momento era corregidor de Borja.
Especial
interés tiene para nosotros el volumen correspondiente a los años 1822 y 1823,
cuyo estudio introductorio firma Pedro Rújula, con el título “El fin de los
días alegres. Guerra civil y represión absolutista en Zaragoza”.
Fueron años
convulsos en los que se enfrentaron los partidarios del sistema liberal y los
que defendían el absolutismo. De ahí que, en nuestra opinión, la alegría no
fuera la principal característica de esta etapa que finalizó con la invasión
del los Cien Mil Hijos de San Luis, el cuerpo expedicionario francés que, bajo
el mando del duque de Angulema, acabó con el Trienio Liberal.
También en
Borja se vivió la intranquilidad; en concreto por la actuación del jefe de una
partida “facciosa”, conocido como “El Trapense” que obligó a huir hacia
Zaragoza a familias enteras de liberales. Pero, en otro momento, fueron los
milicianos liberales de Borja los que llevaron presos a la capital aragonesa a
27 absolutistas capturados en Tudela, entre los que había eclesiásticos y
religiosos.
Cuando la
amenaza absolutista se cernía sobre Zaragoza, tuvo que hacerse cargo de las
responsabilidades militares de la ciudad D. Antonio Amar y Borbón, que era ya
un anciano teniente general, hijo como saben los lectores de nuestro blog del
citado médico borjano, D. José Amar y Arguedas.
Todo terminó
con el restablecimiento del absolutismo y el inicio de una dura represión
contra los liberales. Pero el libro contiene otras muchas noticias, algunas muy
curiosas.
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