Hace unos días iniciamos una serie de artículos dedicados a recordar las obras que del gran artista borjano Buenaventura Salesa se conservan en Borja. Ya mencionamos el retrato de Fernando VII, del Salón de Reyes de la Casa Consistorial y el primer grabado con las armas de la ciudad que conserva el Centro de Estudios Borjanos, junto con las dos ediciones de la obra de sobre la Vida de Marco Tulio Cicerón, ilustrada con numerosos grabados de Salesa.
Pero, merced al esfuerzo
realizado por nuestro Presidente, pudo conseguirse el autorretrato del propio
pintor y una importante serie de obras que constituye un conjunto sin parangón
en otras bibliotecas y museos. Hoy mostramos el importante grabado realizado
por el italiano Giovanni Volpato (1735-1803), a partir de un dibujo de Salesa.
El tema
reproducido es una de las obras más destacadas del pintor Rafael Mengs,
titulada “Christo espirante en la Cruz”, también conocida como “El
Descendimiento”. Fue realizada por encargo de Carlos III para el Palacio Real
de Madrid.
En 1924,
por deseo de Alfonso XIII, este lienzo y otro que representaba al “Padre
Eterno”, fueron enviadas al Palacio Real de Pedralbes en Barcelona, para
decorar su capilla. Allí permanecieron hasta 2006 en que fueron trasladadas al Museo
Nacional de Arte de Catalunya, pero comoquiera que se trataba de dos obras del
Patrimonio Nacional, en enero de 2015 volvieron al Palacio Real de Madrid.
En la
realización del grabado que acabamos de adquirir tuvo una influencia decisiva
el aragonés José Nicolás de Azara, embajador de España en Roma, protector de
Salesa y gran amigo de Mengs que es quien realizó su retrato, arriba
reproducido.
En la
biografía de Mengs que escribió el propio Azara señalaba, en relación con este
lienzo, que era “la obra más singular que han visto los hombres”, afirmando que
“cada figura muestra aquel grado de dolor que corresponde a su carácter. En el
Christo muerto se ve un cadáver que ha padecido infinito, pero en medio de eso
se distingue que fue un cuerpo perfecto y de una belleza divina (…) Este quadro
se debe llamar el quadro de la filosofía”.
No es de
extrañar por lo tanto que mandara dibujarlo a su protegido Buenaventura Salesa
(que ya había realizado otros encargos para Azara), siendo realizado el grabado
por el citado Giovanni Volpato en 1791. Fueron estampados 1.100 ejemplares, de
los cuales se vendieron 415. Uno de ellos es el que llegó a nuestro poder
en un estado de conservación bastante aceptable.
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