El 7 de noviembre de 1937 fue detenido en Madrid D. José María Otegui Chueca. Era hijo de D. Gaspar Otegui natural de Tolosa y de Dª. Leonor Chueca, nacida en Borja.
Al estallar la guerra
civil se encontraba en Madrid, y tras su detención fue conducido a la checa de
la calle duque de Sesto, donde fue cruelmente torturado y, posteriormente, fusilado.
Recuperado su cadáver, sus restos reposan en la actualidad en el Valle de los
Caídos.
Fundador de la Adoración
Nocturna en nuestra ciudad, fue Secretario de la misma y tenía la categoría de
Adorador Veterano. En la iglesia de Santa María se conserva un pergamino con
las fotos de los cuatro miembros de la Adoración Nocturna que murieron en
combate o fueron asesinados durante la guerra civil.
Su condición de Adorador
y las circunstancias de su muerte, tras ser torturado, hicieron que fuera
considerado un mártir por sus creencias, pero las investigaciones llevadas a
cabo por nosotros alejan por completo esa posibilidad, dado que encontramos en
el Boletín Oficial del Estado una Orden del Consejo Supremo de Justicia
Militar, de 22 de febrero de 1944, por la que se declara con derecho a pensión
a las viudas y huérfanos de las personas que se relacionaban, entre las cuales
estaba Dª. María Teresa Cárdenas Lejalde, viuda de D. José María Otegui Chueca,
a la que se fijaba una pensión anual de 3.500 pesetas, que correspondía a su
asimilación al grado de sargento.
En la relación se
menciona expresamente su condición de agente del S.I.P.M. (Servicio de
Información y Policía Militar), el Servicio de Inteligencia de la España bajo
control de las autoridades de Burgos. Con anterioridad a noviembre de 1937, el
SIPM era conocido como SIM (Servicio de Información Militar), uno de los varios
que existieron y que terminaron reunificándose después. Estos servicios
contaban con las informaciones facilitadas por los agentes que actuaban en la
zona republicana y José María Otegui fue uno de ellos.
Otro dato interesante que
proporcionan ese documento es que la pensión debía ser devengada a partir del
30 de noviembre de 1937, lo que puede ser interpretado como la fecha
correspondiente a su muerte, aunque fuera detenido el 7 de ese mes. Cabe
suponer que las autoridades conocerían fehacientemente el día exacto.
En cualquier caso, nuestro descubrimiento
aleja por completo la posibilidad de que D. José María Otegui pueda ser
considerado “mártir”, pues no pueden gozar de esa condición los combatientes y
él lo era, aunque como agente secreto, cosa que probablemente ignoraban sus
compañeros de la Adoración Nocturna de Borja.
Cuando se creó el Rosario
de Cristal en 1928, el cuarto misterio glorioso fue donado por D. José María
Otegui Cárdenas y lleva el emblema de la Adoración Nocturna. Al describir el
origen de los faroles de nuestro Rosario, sugerimos la posibilidad de que el
donante de este misterio, fuera familiar de quien murió asesinado en Madrid.
Ahora, podemos afirmar que era hijo suyo y de la citada Dª. María Teresa
Cárdenas.
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