El 24 de septiembre, Barcelona celebra la gran fiesta de su Patrona, la Virgen de la Mercé, con un gran número de espectáculos. Pero esta advocación mariana es también la titular de la Orden Real y Militar de Nuestra Señora de la Merced y la Redención de los Cautivos, más conocida como Orden de la Merced.
Esta orden fue
fundada, en 1218, por San Pedro Nolasco (ca. 1180–1245), con el propósito de
lograr el rescate de los cristianos cautivos en manos de musulmanes, para que
sus miembros, junto con los tres votos habituales de pobreza, obediencia y
castidad, emitían un cuarto voto, el de entregarse a la liberación de los
cautivos, aunque ello representar un grave peligro para sus vidas.
Su actuación
fue ejemplar, siendo numerosos los ejemplos de quienes llegaron a reemplazar a
algún prisionero para obtener su liberación o a morir en el empeño.
Estos días, la
liberación de los cautivos está de actualidad, debido a la película sobre la
vida de Cervantes, el cual, tras varios intentos de fuga, fue finalmente
liberado en Argel, tras el pago del fuerte rescate que le había sido fijado,
aunque su liberación corrió a cargo de fray Juan Gil, miembro de otra orden también
dedicada a estos menesteres, la de los Trinitarios, fundada por el francés Juan
de Mata (1154-1213), en 1198, anterior, por lo tanto, a la de la Merced.
En la
actualidad, los mercedarios son los encargados de la pastoral penitenciaria,
razón por la cual la Virgen de la Merced fue declarada Patrona de las prisiones
españolas, por una Orden Ministerial de 27 de abril de 1939.
Todo ello lo
recordamos, con ocasión de la visita que, en tan señalado día, efectuó a
nuestro Centro D. Javier Lumbreras, acompañado por D. José Manuel Abadía, D.
Mario de Sousa y D. Mario Carranza.





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