Aproximadamente, un mes antes de la fiesta del Rosario, se celebra en Albeta la tradicional llega, que tiene por objeto el recaudar fondos para la cofradía de la Virgen. Con este motivo, ayer se vivió en esa localidad una bonita jornada, a la que tuvimos la fortuna de asistir.
Tras la Eucaristía,
presidida por el Párroco D. Javier Ángel Silván, la Patrona de Albeta salió
bajo palio, portada por el sacerdote, para efectuar un breve recorrido, antes
de retornar al templo.
Allí, la imagen
fue venerada por los muchos asistentes a la ceremonia, que hicieron cola para
besar los pies de la Virgen.
Inmediatamente
después inició su recorrido por las calles de la población, la comitiva de la
llega, precedida por los danzantes que bailaban al son de los Gaiteros de Albeta.
Llamó la atención el entusiasmo con el que entrechocaba sus palos un jovencísimo danzante, perfectamente ataviado, como los mayores.
Las limosnas se
recogen en una cajeta que el mayordomo saliente, D. Jorge Berna, hizo entrega
al entrante, D. José Antonio López Tabuenca. Se trata de una pieza de gran interés, dado que está decorada con un
interesante grabado que dibujó el artista y académico borjano del siglo XVIII
Buenaventura Salesa y grabó Mateo González, el mejor grabador zaragozano de la
época y del que se conservan muy pocos ejemplares, lo que acrecienta su valor.
La comitiva,
con el incesante baile de los danzantes, va recorriendo las calles, deteniéndose
en muchas casas en las que ofrecen espléndidos aperitivos.
Pero, lo más
espectacular es el pesaje de los niños nacidos en el año, con la ayuda de una
antigua balanza, en uno de cuyos capazos, los padres depositan a sus hijos,
mientras que, en el otro, se vierte trigo hasta igualar el peso.
Este año fueron
pesados seis niños, de los que mañana ofreceremos sus datos, tan pronto como dispongamos
de los mismos. Preciosa tradición que, según nos contaban, fue recuperada hace
algunos años, al igual que el dance.
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