domingo, 28 de septiembre de 2025

El antiguo hospital de Magallón

         Pedro Domínguez Barrios nos ha remitido un artículo sobre la historia y las características arquitectónicas del antiguo hospital de Magallón, edificio completamente restaurado.

         Se ubica en el casco antiguo de Magallón, entre las calles La Villa, Ramón Salvador y la cuesta que une ambas conocida como “el Portillo”. Es un edificio de planta rectangular y tres plantas, con accesos a distinto nivel por las citadas calles. Las fachadas principales, (suroeste) a calle Ramón Salvador, y noreste a calle la Villa son simétricas y ordenadas, quedando el testero este en medianera, prácticamente oculto, y el oeste a la pronunciada rampa del portillo. 

 


Ambas fachadas principales, disponen en su eje de cuerpos de acceso salientes, que dan realmente una planta poligonal irregular; siendo mucho más prominente el principal (suroeste).

Las tres plantas del edificio: baja, noble, y falsa, se señalan exteriormente mediante una moldura clásica perimetral. Desde Ramón Salvador, se accede a la planta baja por una puerta de doble hoja sobre dos gradas, flanqueada por dos pequeñas ventanas.

Simétricamente a ambos lados se disponen dos ventanas en arco rebajado con moldura a modo de melena, hoy sustituidas las dos izquierdas por una puerta de garaje. En la planta noble, tiene cinco ventanas de proporciones esbeltas también con arco rebajado y moldura, a plomo con las de baja, quedando la central en el cuerpo saliente.

El alzado de la planta falsa tenía en el citado cuerpo un hueco mayor hasta el nivel del suelo a modo de terraza, cerrado igualmente con arco rebajado y moldura, y a ambos lados presentaba óculos a plomo con los huecos de las plantas inferiores, y entre éstos unas incisiones verticales a modo de triglifos, según atestigua la postal de mediados del pasado siglo, en la que también se ve la moldura exterior que separa la planta baja de la primera; hoy desaparecida, al igual que los óculos.

La fachada de la calle la Villa corresponde a las plantas noble y falsa. Su cuerpo de acceso, muy sensiblemente adelantado de la misma, se remata en frontón clásico, y aloja la puerta de acceso de dos hojas cerrada con arco rebajado, sobre las hojas se dispone un fijo con un hueco rectangular con vidrio tras unos barrotillos metálicos. Como se ha comentado, esta fachada corresponde a dos niveles. Para el primero, a ambos lados del acceso presenta un zócalo de ladrillo visto con huecos ciegos en arco rebajado, y a eje con los mismos la misma ventana y molduras que en la fachada suroeste. Sobre la imposta perimetral que señala la separación de plantas, hay ventanas rectangulares flanqueadas por las incisiones verticales. Parece claro que estas ventanas son fruto de una reforma que reemplazó a los óculos.

 

En la fachada de una vivienda de la calle Ramón Salvador, se empotró un reloj mecánico sin maquinaria, más propio de un edificio público que de una modesta vivienda privada; quizá encajaría en esta fachada sobre la puerta de acceso, donde ahora hay una ventana rectangular, si bien se trata de una mera suposición.

 

El testero que da al portillo presenta una fachada de ladrillo hasta el nivel del zócalo descrito, con dos huecos ciegos, uno de ellos fuera de eje y adintelado. El aparejo del ladrillo es a soga y tizón, lo que demuestra que no es un añadido. En la planta noble tiene dos ventanas idénticas a las de este nivel en las otras fachadas, y sobre la imposta corrida se dispone un frontón que delata la cubierta a dos aguas del edificio. Las cubiertas de los cuerpos de acceso son asimismo a dos aguas, pero perpendiculares a la principal.

 

La estructura interior del edificio, la forma una jácena de cuelgue o viga maestra sobre pilares cuadrados con las esquinas achaflanadas, sobre la que apoyan las vigas de madera. El apoyo de la jácena sobre los pilares se acrecienta con bellas ménsulas acanaladas.

 

La escalera se ubica en el eje de la planta, pero en su mitad suroeste, ya que el cuerpo de acceso aquí es más saliente. Es de destacar el esplendor de esta sala principal, con su gran altura y espléndida iluminación natural.

 

El edificio de corte neoclásico, acorde con su tiempo, fue construido en 1845 a expensas de Tomás Gallego, alcalde de Magallón en 1838, uno de los principales propietarios, subteniente de la Milicia Nacional, liberal por lo tanto, y de estado civil soltero.

Tomás no sólo lo construyó, sino que lo dotó de una renta anual para su mantenimiento. Las Hermanas de la Caridad llegaron en 1888 para atender a los enfermos. También tuvieron a su cargo las escuelas de párvulos, primaria y secundaria hasta 1965, cuando marchan y el ayuntamiento vuelve a hacerse cargo del edificio modificando su uso, adaptándolo para oficina de correos y telégrafos en su planta baja, y viviendas de funcionarios en sus plantas alzadas.

Esta adaptación para viviendas conlleva la construcción de falsos techos que reducen la altura, modifican las dimensiones de las ventanas originales, y ocultan las bellas ménsulas de los machones, además de sustituir los óculos de las fachadas principales por simples ventanas cuadradas.

En 2012 se realiza una intervención en la que acertadamente se derriban los falsos techos, recuperando la espléndida altura original de la planta, así como las dimensiones de los ventanales originales, y también se recuperan los óculos de los testeros; lástima no haber recuperado también los de las fachadas principal.

 

Hoy en día, la planta baja sirve como sede de la Asociación de Mujeres de Magallón, la noble y falsa permanecen en espera de una digna rehabilitación, que respete el volumen original recuperado, y por tanto deje a la vista sus elementos estructurales.

No es muy frecuente que una única persona sufrague por su cuenta todo un edificio destinado al bien común. El nombre de Tomás Gallego merece figurar en una placa sita en una de las fachadas principales.


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