viernes, 13 de mayo de 2016

Museos de Xàtiva



            En nuestro artículo de ayer hablamos de la existencia en Xàtiva de otros museos, además del de la colegiata, del que dimos referencia. Hoy queremos hacerlo respecto a las dos sedes del Museo Municipal.
            La más antigua, pues fue inaugurada en 1918, es la que se ubica en dos importantes edificios históricos, el almudí o alhóndiga, construido entre 1545 y 1548, y el edificio contiguo (incorporado más tarde al museo) que fue sede de la Aduana de Mercancías y, posteriormente, del Banco de España.

            Aquí se expusieron las colecciones arqueológicas y artísticas, hasta que recientemente fue inaugurada la nueva sede, a la que luego nos referiremos, quedando aquí, exclusivamente, la Sección de Arqueología.





            Al tratar de este museo, debemos recordar la figura del beato Gonzalo Viñes Masip (1883-1936), que fue uno de sus principales impulsores. Canónigo archivero de la colegiata fue un hombre de gran preparación intelectual, por lo que fue nombrado Cronista Oficial de la ciudad en 1917. Miembro de diferentes sociedades científicas, entre ellas la Sociedad Aragonesa de Ciencias Naturales, destacó por su dedicación a la Arqueología, participando en varias excavaciones y publicando numerosos artículos. Fue asesinado el 10 de diciembre de 1936, y San Juan Pablo II lo beatificó el 11 de marzo de 2001. Está enterrado en la colegiata junto con el beato Francisco de Paula Ibáñez Ibáñez, abad de Xàtiva, asesinado el 19 de agosto de 1936.




            En la planta baja del primer edificio se muestran diversas piezas arqueológicas y algunos restos arquitectónicos de interés, como el que se muestra en esta imagen que corresponde a los arcos de unos antiguos baños árabes, encontrado en el interior de una fábrica de licores en 1918.





            Desde allí se accede al hermoso patio del antiguo almudí, en torno al cual se disponen aras, lápidas, escudos heráldicos y otros elementos, entre los que nos llamó la atención este pavimento idéntico al de las termas romanas de Albeta, del que dimos cuenta en un artículo anterior. 



            En la planta superior hay una gran maqueta de la ciudad, magníficamente realizada y de grandes dimensiones, a la que no hace justicia esta fotografía. Junto a ella y por medio de una presentación se narra la entrada en Xátiva del cardenal Borja, el futuro Alejandro VI, cuando llegó a su ciudad natal como legado pontificio, en la que va recordando el apoteósico recibimiento que le fue tributado.





            A escasa distancia, se encuentra la antigua Casa de la Enseñanza, construida en 1758, por iniciativa del arzobispo D. Andrés Mayoral Alonso de Mella para que allí fueran educadas las niñas sin recursos. A este edificio se ha trasladado recientemente la Sección de Bellas Artes del Museo Municipal y el resultado ha sido espectacular, causándonos una gratisima impresión.



            Nada más acceder al interior se puede ver esta hermosa cruz gótica que estuvo emplazada en el camino de Valencia y que, nuevamente, nos recuerda al beato Gonzalo Viñes Masip, pues fue quien hizo posible su traslado al Museo Municipal. 




            En el interior de la antigua capilla, cuya cúpula ha sido rehecha con acierto, se encuentra el gran retablo de la Transfiguración, procedente de la ermita de San Salvador, donde los agustinos establecieron su primer convento. Posteriormente, la ermita fue dedicada a las Santas Basilisa y Anastasia, patronas del gremio de sastres. A comienzos del siglo XX intentaron venderlo y fue una vez más el beato Gonzalo Viñes, junto con el Patronato del Museo, quien logró que fuera adquirido por el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes para su definitivo emplazamiento en el naciente museo. 



            Sin embargo, la obra más conocida es el retrato de Felipe V, por el hecho de estar colgado invertido. Fue, a mediados del siglo XX, cuando el entonces director del museo D. Carlos Sarthou, al que ya hemos citado, se le ocurrió la idea de colocar al monarca en esta posición, como protesta por el saqueo al que Xàtiva fue sometida por los ejércitos borbónicos durante la guerra de Sucesión. Sin embargo, en Borja no hemos hecho lo mismo con los retratos del archiduque Carlos o del conde de Sástago, pues el saqueo de nuestra ciudad, durante esa misma contienda, fue protagonizado por los austracistas, al ser Borja fiel a la causa de Felipe V, razón por la cual en sus armas figuran la flor de lis y el león, así como la leyenda “Saqueada por ser siempre fidelisima”. 




            Es imposible comentar la gran colección de obras de arte que pueden contemplarse en este museo, pero por su relación con Aragón, queremos citar la colección completa de grabados de Goya que se exhiben en varias salas, así como este curioso óleo de Manuel Poy Dalmau, firmado en 1901, que representa el patio de la Casa de la Infanta de Zaragoza. Pertenece a la colección del Museo del Prado y figura en depósito entre los fondos del museo de Xàtiva.



            No teníamos noticia de este pintor, activo a finales del siglo XIX y principios del XX, pero redactando este artículo hemos encontrado otra obra suya que aparece identificada como “Celebración en la taberna”, fechada en 1904, en la que a pesar de la mala calidad de la imagen, puede apreciarse perfectamente que también se sitúa en el mismo patio de la Infanta.

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