El 5 de septiembre de 1706
Felipe V nombró coronel del regimiento constituido para la defensa de Borja
frente a las tropas austracistas a D. Juan
Antonio de Mañas que, en aquellos momentos, era Justicia de la ciudad y
destacado partidario de la causa borbónica. Tuvo como Teniente Coronel a D.
Juan San Gil. Tras el asalto y saqueo de Borja fue sustituido en su cargo por
D. Juan Francisco Serrano pero, cuando en 1707, el duque de Orleans logró el
control del reino, fue repuesto en el cargo y se le confirmó en el empleo de
coronel. Tras la reforma de la administración fue recompensado con el cargo de
Regidor Perpetuo que ejerció hasta su fallecimiento en 1727. Le tocó vivir
momentos sumamente difíciles, tanto durante la guerra como posteriormente.
Llegó a empeñar sus joyas para hacer frente a la penuria económica por la que
atravesó la población y en 1722 se produjo un atentado contra su casa, siendo
quemadas sus puertas.
El 5 de septiembre de 1761
fue bautizado en la parroquia de San Bartolomé de Borja D. Atilano Ferrández y Fernández de Heredia. Era hijo de D. Fermín
Ferrández de Navascués y de Dª. Ramon Fernández de Heredia y Castillo,
pertenecientes ambos a distinguidas familias de infanzones. En 1773, con tan
solo 12 años, ingresó en la prestigiosa Academia de Artillería de Segovia y,
tras completar su formación, fue promovido al empleo de Subteniente en 1778.
Sirvió en los ejércitos de Aragón y Navarra durante quince años, pasando a la
situación de retirado en 1794, con honores y sueldo de Capitán. Por Real Cédula
de 26 de octubre de 1789 había sido distinguido por Carlos III con el hábito de
la Orden de Santiago, siendo armado caballero en el convento de recoletas de
Pamplona.
Fue regidor perpetuo de
la ciudad de Borja y de la villa de Magallón, aunque fijó su residencia en
Cintruénigo, tras contraer matrimonio en esa localidad con Dª. Antonia de
Echeverría y Ligués, el 30 de mayo de 1790, con la que tuvo tres hijos. La
mayor Atilana murió sin descendencia; la segunda, María Antonia, fue la esposa
de D. Juan Antonio Milagro; y el menor, Benito, heredó la cuantiosa fortuna que
pasó a su primo D. Tomás de Navascués, en las circunstancias que referimos al
tratar de su biografía en las efemérides del 11 de julio.
D. Atilano fue nombrado
Diputado para asistir a la Asamblea Nacional, convocada en Bayona por Napoleón,
para legitimar las decisiones tomadas en relación con la Corona de España, pero
ante la evolución de los acontecimientos no acudió. Durante la Guerra de la
Independencia estaba construyendo la casa familiar de la plaza del Mercado y
sus andamios fueron utilizados durante el ataque al fuerte de capuchinos donde
se había concentrado la guarnición francesa. Falleció en Cintruénigo en 1838.
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