El 5 de diciembre de
1492 tuvo lugar en Barcelona el intento de asesinato de Fernando el Católico,
protagonizado por Juan de Cañamares y en el que la intervención del borjano D.
Pedro Lázaro Pérez Albero fue decisiva para salvar la vida del monarca, al arrebatar
el arma con el que el agresor intentaba perpetrar el magnicidio. Ese hecho fue
recordado en Borja este año, en el transcurso de la recreación histórica que
con tanto éxito tuvo lugar.
El 5 de diciembre de 1650
Borja se sumó al fervor de otras muchas ciudades, declarando fiesta votada de
la ciudad la de la Inmaculada Concepción, tomando el acuerdo de celebrarla
todos los años el 8 de diciembre en la colegiata de Santa María, de donde pasó
posteriormente al convento de la Concepción.
El 5 de diciembre de 1779
nació en Magallón D. Miguel Nicolás
Labiaga Vallejo. Era hijo de D. Francisco Labiaga y de Dª. Rita Vallejo,
naturales ambos de esa villa y pertenecientes al estamento de infanzones. El 27
de marzo de 1797, sentó plaza como cadete en la Compañía Española de las Reales
Guardias de Corps, un cuerpo cuyos miembros eran reclutados entre jóvenes de
origen noble y que prestaba escolta y protección a la persona del monarca.
Destinado en esa unidad fue sorprendido por los trágicos acontecimientos de
mayo de 1808, decidiendo huir con otros militares de la capital para
incorporarse a quienes combatían contra los franceses, por lo que el 8 de marzo
de 1817 fue recompensado con la Cruz de Distinción creada para premiar a los
que habían tomado parte en la llamada “fuga de Madrid”. Se unió al Ejército de
Aragón, tras el levantamiento del primer sitio de Zaragoza, siendo nombrado
Ayudante de Campo del marqués de Lazán. Poco después tomó parte en las acciones
emprendidas en apoyo del Ejército de Cataluña, estando presente en el ataque a
Barcelona el 22 de noviembre de 1808. Tras la ruptura del cerco, por parte de
los franceses, las tropas aragonesas se dirigieron hacia Gerona para intentar
capturar el material emplazado frente a Rosas. Labiaga participó en los
combates de Armentera y Castellón de Ampurias, siendo recompensado con otra
Cruz de Distinción, en 1809 pasó a integrarse en el Ejército de la Derecha que
operó en Sigüenza. En 1810 estuvo en Lérida como Ayudante de Campo del
comandante de esa plaza, siendo hecho prisionero por los franceses, tras la
capitulación de la ciudad. Fue enviado al depósito de Macon, en el departamento
de Saône et Loire, donde permaneció cautivo durante cuatro años. El 11 de mayo
de 1814 fue repatriado y tras someterse al correspondiente expediente de depuración
le fue expedido el despacho de capitán y la Cruz de la Orden de San
Hermenegildo que acababa de crearse. Destinado en el Regimiento de Cazadores de
Costa de Granada, permaneció allí hasta 1819, año en el que su unidad fue
trasladada a Murcia.
Pasó a la situación de
retiro el 21 de agosto de 1821. Eran momentos muy difíciles, en los que a los
problemas derivados de la posguerra vinieron a sumarse los enfrentamientos
entre liberales y realistas. De hecho el regimiento al que pertenecía Labiaga
se escindió en dos facciones. Por ello fue víctima de esa situación, ya que
debió someterse a varios expedientes de depuración cuando ya residía en
Magallón, al igual que todos los que habían solicitado el retiro durante el
Trienio Constitucional. Pudo conseguir algún destino poco relevante, como el de
vocal de la Comisión Militar de Zaragoza, entre 1824 y 1826, o el de comandante
de un depósito de oficiales portugueses que, como consecuencia de los
enfrentamientos dinásticos que hubo en el país vecino, se refugiaron en España,
siendo confinados en Magallón, donde permanecieron más de un año, dato interesante
para la historia de esa localidad que es prácticamente desconocido. Llegó a pedir la vuelta al servicio activo en
una ocasión, pero salvo esas esporádicas ocasiones, siguió retirado en su
localidad natal, desengañado y viviendo con estrecheces por la menguada pensión
militar. Permaneció soltero toda su vida y con frecuentes problemas de salud, a
pesar de los cuales llegó a alcanzar una edad muy avanzada, pues falleció el 4
de marzo de 1867, siendo enterrado en la iglesia parroquial de San Lorenzo,
donde se conserva toda su documentación personal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario