viernes, 2 de agosto de 2024

Recordando a un compositor borjano y a un alcalde de la ciudad

El 2 de agosto de 1867 nació en Borja D. Ángel Pereda Matud. Era hijo de D. Manuel Pereda Ruiz, que acababa de ser nombrado Maestro de Capilla de Santa María, y de Dª. Juana Matud. Comenzó los estudios musicales bajo la dirección de su padre, para marchar después a Zaragoza, donde fue alumno del gran organista D. Francisco Anel y de D. Domingo Tabuenca. Llegó a ser un excelente compositor, organista y barítono al que tan solo su excesiva humildad y falta de empuje le impidieron alcanzar el éxito para el que le sobraban facultades.

 

 

         Dejó numerosas obras religiosas y profanas. Entre las primeras destacan el Himno a la Inmaculada, premiado en un certamen convocado por el Liceo Artístico de Tuy y un espléndido Miserere a cuatro voces para masas corales. Entre las segundas, merece recordarse el Himno del Árbol, con letra de D. Baltasar González, que fue adoptado como himno oficial para las celebraciones que tenían lugar en toda España durante las jornadas organizadas para despertar el amor a la Naturaleza, a través de la conocida como “Fiesta del Árbol”. Junto a ellas, otras muchas composiciones de tema local como el pasodoble Viva Borja o las zarzuelas Una y no más… y la famosísima No se pescan truchas.

         Como barítono, su portentosa voz le convirtió en solista del Orfeón de Pamplona, con el que participó en numerosos conciertos por toda España. Destacó también como organista, desempeñando este cometido en Olite, de donde vino a Borja en 1900 para sustituir a su padre como Maestro de Capilla. Aquí transcurrieron sus últimos años, en los que la figura de Pereda llegó a alcanzar la categoría de mito. Falleció en Borja el 18 de mayo de 1919 y el 29 de abril del año siguiente la corporación municipal que presidía D. Rodolfo Araus tomó el acuerdo de dar su nombre al denominado “barrio de la Acequia” o “calle de los Cerezos” (ahora calle de Tejadas), pero no llegó a hacerse efectivo. Sí la tuvo, desde 1949, su hermano José María, el querídisimo “mosén Pepe”, aunque le fue retirada, junto con las dedicadas a otros sacerdotes borjanos, como consecuencia de una desafortunada decisión.

 

El 2 de agosto de 1942 falleció en Borja D. Juan Antonio Alzola Aguilera. Aquí había nacido en 1868 y, tras cursar la carrera de Medicina en la universidad de Zaragoza, ejerció como médico titular durante toda su vida.

 

El 2 de octubre de 1923 fue nombrado Alcalde de la ciudad, en sustitución de D. Rodolfo Araus, ejerciendo el cargo hasta el 26 de noviembre de 1926. Volvió a ser elegido el 27 de marzo de 1930, cesando al ser proclamada la II República. Fue un gran médico y hombre de extremada rectitud, que no vaciló en anteponer los intereses de Borja a los propios, algo sumamente meritorio para un hombre que, como médico, dependía de la voluntad de sus pacientes. Por eso, su familia comentaba en torno de reproche que el único patrimonio que le quedaba, tras su paso por la política, era la vara de alcalde que le habían regalado. Era primo hermano del cardenal Casanova y a él le correspondió atenderle durante una de sus visitas a Borja.

 


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