El año pasado,
por estas fechas, publicamos un artículo sobre el belén que se instala en la
plaza del Mercado de Borja y cuyo encendido constituye el arranque de las
fiestas navideñas en nuestra ciudad.
Constituido por una serie de transparentes, representando escenas del Nuevo Testamento, el conjunto está presidido por la estrella de los Magos y el lema “Paz en la tierra”. Bajo ellas, la representación del Nacimiento entre el anuncio a los pastores y la adoración de los mismos al Dios Niño.
A la derecha,
se encuentran los Reyes Magos en su camino hacia Belén, la Adoración al Niño,
la huida a Egipto y, en el extremo, el Bautismo de Jesús en el Jordán.
Al otro lado
pueden verse los transparentes con la Anunciación, la Visitación de la Virgen a
su prima Santa Isabel y la búsqueda de alojamiento en Belén.
El conjunto culmina, en la casa que
cierra la plaza con la proclamación jubilosa de “Ha nacido el Salvador”. La
instalación de este peculiar belén en un lugar tan emblemático se ha convertido
en otro de los elementos representativos de la Navidad en nuestra ciudad.
Pero, hoy queremos contar la
historia de este belén, cuyo origen se remonta a una iniciativa puesta en
marcha, en 1963, por D. Jesús Custardoy en su establecimiento comercial de la
Fuente del Barrio, donde colocó un transparente con el Nacimiento y una estrella,
a la entrada de la calle Sayón.
Como la familia
Custardoy residía en la plaza del Mercado, el deseo de decorar la plaza con
motivos navideños se convirtió en una obsesión para D. Jesús, quien poco a poco
fue madurando su idea.
Fue,
finalmente, su hija María Jesús la que tomó la iniciativa de llevarla a cabo y,
para ello, contacto con dos personas que tenían en la plaza sus
establecimientos: María José Pasamar y Elena Paños. Ellas consiguieron recaudar
el dinero preciso de otros comerciantes, para poner en marcha este singular
belén.
Fue en 1995,
cuando se instalaron los primeros transparentes en las fachadas centrales de la
plaza. Eran el Nacimiento, el anuncio a los pastores y los Reyes Magos, con una
estrella encima.
El belén fue
creciendo, poco a poco. En un principio, las figuras eran de cartón, sobre
modelos tomados de un libro o de los folletos de la parroquia, ampliados
artesanalmente en una fotocopiadora y pegados a la tela. Pero, como la lluvia
los destruía, terminaron siendo pintados en las telas.
Estas fotos
muestran la evolución del conjunto, al que terminaron incorporándose las
estrellas que se hicieron en los Talleres Diago. En la última foto aparece a la
derecha el transparente que luego se instaló sobre la carnicería que cierra la
plaza.
Desde 2021, la
instalación y mantenimiento de este belén corre a cargo del Ayuntamiento y,
aunque todo parece igual, hay quienes alertan sobre el deterioro del conjunto.
Este año ya no se han instalado los carteles que explicaban el significado de
cada transparente y se requieren actuaciones de mantenimiento en bastidores;
mejora de la iluminación y, sobre todo, el reemplazo de las guirnaldas por su
deterioro.
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