miércoles, 25 de diciembre de 2024

Tres misioneros de nuestra comarca asesinados un 25 de diciembre

 

         La fecha del 25 de diciembre reviste especial dramatismo en nuestra zona dado que en ese día fueron asesinados tres religiosos de nuestra comarca. Uno de ellos fue el P. Domingo Cabrejas del Santísimo Sacramento, natural de Mallén, quien tras cursar los primeros estudios en su localidad natal, decidió ingresar en el noviciado que los agustinos tenían en Monteagudo, donde fue ordenado sacerdote, celebrando su primera Misa en Mallén el 30 de marzo de 1884.

 

Destinado como misionero en Filipinas, ejerció su ministerio pastoral en varios lugares del archipiélago, hasta que fue destinado a Morón, en la provincia de Bataán. Por entonces, los movimientos independentistas habían ido cobrando fuerza, siendo la zona donde residía el P. Cabrejas especialmente conflictiva, por lo que sus superiores le aconsejaron retirarse a Manila, a finales de 1896.

 

Sin embargo, como se aproximaban las Navidades, pidió permiso para estar junto a sus feligreses en fechas tan señaladas. El día de Navidad, mientras celebraba el Santo Sacrificio de la Misa fue asesinado por unos tagalos juramentados.

La noticia de su muerte causó tremenda impresión tanto en las Filipinas como en Mallén, donde el 28 de febrero de 1897, la corporación municipal tomó el acuerdo unánime de honrar su memoria dedicándole la plazuela hasta entonces conocida como “plazuela de Villarroya”. También se mandó pintar un retrato para que, junto al del P. Pascual Ibáñez, fuera colocado en el Salón de Sesiones de la Casa Consistorial. Al ser proclamada la II República, uno de los primeros acuerdos de la nueva corporación fue retirar del callejero el nombre del religioso asesinado. Años después su retrato también fue retirado del Salón de Sesiones, conservándose en la actualidad en la sacristía del templo parroquial.


El mismo día 25 de diciembre de 1896 y en la misma localidad de Morón (Filipinas) fue asesinado fray José Sanjuán Gómez , nacido en Tabuenca el 9 de diciembre de 1853, siendo el cuarto hijo del matrimonio formado por Cesáreo Sanjuán y Braulia Gómez. Tras profesar como agustino fue enviado a Filipinas, encontrándose destinado con el anterior y sufriendo la misma suerte. Cuando se tuvo conocimiento en Tabuenca de lo acaecido, mandaron pintar su retrato al artista borjano D. Baltasar González y, en la actualidad, se conserva en la sacristía de la ermita de la Virgen del Niño Perdido, Patrona de esa localidad.

 


Iglesia de Masinloc, localidad en la que fray José edificó el convento agustino

Tres años después, pero también un 25 de diciembre, fue asesinado el P. fray José Ortiz de la Concepción, nacido en Borja en 1843, el cual profesó como agustino en el convento que la orden tenía en nuestra ciudad.

En 1872 marchó a las Filipinas, donde estuvo al frente de varias parroquias en la provincia de Zambales. Fue un hombre muy preparado que cultivó varias Artes. Como pintor, realizó diversos trabajos, entre ellos el retablo mayor de la parroquia de Bani. Como arquitecto se encargó de la construcción del convento de Masinloc, pero también fue escritor, conservándose en el archivo provincial de los agustinos una memoria sobre la provincia de Zambales y un relato titulado “Paseo por Zambales”.

Fue capturado por los insurgentes que, tras someterle a un terrible cautiverio, le asesinaron en la fecha citada de 1899. Es importante señalar que ya se había firmado el tratado de paz, lo que constituye un claro ejemplo de la persecución de la que fueron objeto nuestros misioneros, algo que suele olvidarse al relatar aquellos acontecimientos históricos.


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