martes, 10 de diciembre de 2024

Recordando a una religiosa y a un coronel

 


          El 10 de diciembre de 1924 nació en Ceberri (Vizcaya) sor Belén Zuloaga. Profesó como religiosa en la congregación de la Compañía de María. Estuvo destinada en Magallón, formando parte de la comunidad que se había establecido en esa localidad, atendiendo a la llamada de su párroco D. Agustín Callejas. 

Allí desarrolló una intensa actividad apostólica hasta que falleció en accidente de tráfico en el término municipal de Albeta. El Ayuntamiento de Magallón quiso honrar su memoria dedicándole una de las calles. 


         El 10 de diciembre de 1961 falleció en Gallur el coronel D. Adolfo Rubín de Celis que había nacido en Gracia (Barcelona) el 29 de marzo de 1872. Siendo niño falleció su padre, también coronel, combatiendo en Puente de la Reina (Navarra) en el transcurso de la tercera guerra carlista.

Muy pronto destacó como dibujante y pintor, por lo que le fue ofrecida una beca para formarse en Roma, pero prefirió seguir la tradición familiar e ingresó en el Ejército a los 17 años. Promovido al empleo de Teniente de Infantería en octubre de 1893, fue destinado al regimiento “Alba de Tormes” nº 8 de guarnición en Zaragoza.

 

Pidió ir destinado a la isla de Cuba y el 25 de agosto de 1895 embarcó en el vapor Montevideo que le condujo a La Habana. Allí permaneció hasta la finalización de las hostilidades, mandando una guerrilla. Tras la firma de la Paz de París fue repatriado, llegando a la península el 15 de enero de 1899. Ascendido a capitán, volvió destinado a Zaragoza y de allí pasó al regimiento “León” nº 38, al ascender a comandante. En 1906 era coronel presidente de la Comisión de Reclutamiento de Badajoz. Allí colaboraba en los periódicos Eco de Zafra y Nuevo Diario de Badajoz. En 1917 pasó destinado a la Zona de Reclutamiento de Zaragoza, desde la de Orense. Cuando se proclamó la II República solicitó el retiro voluntario que le fue concedido el 19 de julio de 1931.

Fijó su residencia en Gallur, pues estaba casado con Dª. María Pilar Zaldívar, hija del notario D. Pascual Zaldívar, natural de esa localidad. Su relación con Gallur había sido estrecha con anterioridad y en 1902 ayudó para que pudiera instalarse el alumbrado eléctrico en el casco urbano. Al comienzo de la Guerra Civil fue nombrado Jefe Local de Milicias de FET, ya que al haber cumplido los 60 años no podía incorporarse al frente. En esta localidad continuó el resto de su vida, cultivando las aficiones de su juventud, especialmente la Pintura. En 1972, D. Carlos García Sinusia propuso que le fuera dedicada una calle del municipio.


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