Dentro de la colección “Estudios” de la Institución “Fernando el Católico” ha aparecido la obra Pintura y pintores en Zaragoza (1983-2024), de la que es autor Rafael Ordóñez Fernández, creador del Museo Gargallo y, posteriormente, Jefe del Servicio de Cultura del Ayuntamiento de la capital aragonesa.
Se trata de un
volumen de 800 páginas, en el que se recopilan los textos publicados por el autor,
a lo largo de esos cuarenta años, en monografías y catálogos de las
exposiciones dedicadas a los artistas en diferentes localidades.
Por lo que
respecta a nuestra zona, son muy escasas las referencias a artistas
relacionados con ella. Solamente se menciona a Miguel Ángel Domínguez Garcia,
relacionado con Alberite de San Juan; a Hermógenes Pardos Ruiz, de Luceni; y a
los hermanos Ángel y Vicente Pascual Rodrigo, relacionados con Mallén, lo que
no deja de ser significativo entre un total de casi 100 artistas.
El sacerdote D.
Isidoro Miguel García, doctor en Historia de la Iglesia por la Universidad
Gregoriana de Roma y Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de
Zaragoza, es el autor de una obra importante que lleva por título Tiempos
recios. La Diócesis de Zaragoza, de metropolitana (1318) a Trento (1545-1563).
En ella estudia una etapa
especialmente “recia” para la diócesis de Zaragoza que, en 1318, fue erigida en
sede metropolitana, convirtiéndose en el centro religioso de la Corona de
Aragón. Por sus páginas desfilan los prelados que la rigieron en estos tiempos
complicados, en los que tomaron partido en los conflictos políticos y
religiosos de la época, en la que llegó a haber desapariciones misteriosas,
como la de fray Alonso de Argüello o asesinatos como el de San Pedro de Arbués.
Termina con la figura de fray
Hernando de Aragón, antiguo abad de Veruela y miembro de la Casa Real, que fue
quien introdujo en la diócesis la necesaria reforma tridentina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario