Los
seis conventos borjanos dispusieron de amplias huertas, salvo el de agustinos,
por estar ubicado en el interior del casco urbano. Desparecidos los cuatro
conventos masculinos (franciscanos, capuchinos, dominicos y agustinos) tras la
Desamortización, sus huertas fueron vendidas. No ocurrió lo mismo con los dos
femeninos (clarisas y concepcionistas) que los mantuvieron, aunque sus
dimensiones se han visto reducidas en el transcurso del tiempo.
En
las fotografías que presentamos, procedentes del archivo de la familia Ojeda,
puede verse la tapia de la huerta del convento de la Concepción que lindaba con
el actual parque de San Francisco. Junto a ella, discurría entonces una amplia
calle con árboles en uno de sus lados.
Desde
ella partía un espacio arbolado y con bancos de piedra que llegaba hasta el
hospital Sancti Spiritus. Al lado de este paseo que, hasta la creación del
parque, fue el principal lugar de esparcimiento, se levantaba la estación del
ferrocarril de Cortes a Borja, donde ahora se encuentra el Instituto de
Bachillerato.
Al
otro lado, estuvo el primer campo de fútbol de Borja, el de La Graciel. En esta
fotografía puede verse una concentración de personas, vestidas con el traje
regional, en el interior del citado campo, cuyas tapias discurrían paralelas a
las del convento, del que las separaba la calle a la que, anteriormente, hemos
hecho referencia.
Entre
las fotografías conservadas, hemos encontrado esta que ofrece la particularidad
de mostrar una portada, con un frontón triangular, rematado con una bola que,
muy probablemente, corresponde al acceso al huerto del convento.
Cuando
se construyó, a mediados del siglo XX, el edificio destinado a viviendas
oficiales y sede de los juzgados, la llamada “Casa del Parque”, se adquirió una
parte de la huerta que volvió a reducirse al abrir la calle de D. José Rodrigo,
levantando una nueva tapia y, más tarde se reedificó la que da a la avenida de
Cervantes.
Muy
curiosas son estas dos fotografías en las que, aunque su calidad no es buena,
se aprecia perfectamente que la superior corresponde a unas obras de reparación
en la antigua tapia del convento de Santa Clara. Paralela a ella se encuentra
la del antiguo convento de franciscanos, delimitando entre ambas la calle que
era conocida como de “entre frailes y monjas”, por la que ahora discurre la
carretera al Santuario de Misericordia. Al fondo se ven las primeras casas del
llamado “polvorín” y la entrada a la calle Moncayo. La foto inferior puede ser
coetánea a la anterior, aunque tomada desde el interior de la huerta que
desapareció, casi totalmente, tras las reformas efectuadas en el convento y
donde, en la actualidad, se levanta la urbanización “Santa Clara”.
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