El 1
de abril de 1999 fue inaugurada la sede del Centro de Estudios en la Casa de
Aguilar, un palacio renacentista que había sido adquirido por la Excma.
Diputación Provincial de Zaragoza, siendo Presidente de esa corporación D.
Pascual Marco Sebastián y rehabilitada por el Arquitecto Provincial D. Carlos
Bressel Echevarría, siendo Presidente de la Diputación D. José Ignacio Senao
Gómez.
El
palacio, edificado en el siglo XVI por la familia Aguilar fue donado por su
última propietaria Dª María de Aguilar y Alaviano, junto con todos sus bienes
al Hospital Sancti Spiritus. Enajenada más tarde fue reutilizado como vivienda,
hasta su adquisición por la corporación provincial, con el fin específico de servir
de sede a nuestro Centro que, de esta forma, pudo disponer de un espacio propio
para desarrollar convenientemente sus actividades.
Aquel
1 de mayo de 1999 era, por lo tanto, una fecha de extraordinaria importancia
para nosotros. A las puertas de la Casa esperaban la llegada de las autoridades
el entonces Presidente del Centro D. Victorino Gracia Salas; el Vicepresidente D.
Javier Banzo Felicísimo, ambos fallecidos, así como algunas de las personas que
aparecen en la segunda fotografía. Por el momento, se mantiene con vida el
entonces Secretario y actual Presidente D. Manuel Gracia Rivas.
El
primero en hacer acto de presencia fue el Presidente de la Diputación
Provincial D. José Ignacio Senao, a quien acompañaban varios Diputados
Provinciales, el Director de la Institución “Fernando el Católico”, entonces D.
Guillermo Fatás Cabeza, que acudió con D. José Barranco, Secretario Técnico de
la misma.
D.
José Ignacio Senao procedió a cortar la cinta a la entrada de la Casa,
auxiliado por el Presidente del Centro y por el entonces Alcalde de Borja D.
Luis María Garriga Ortiz. Tras ellos puede verse a D. Guillermo Fatás, a D.
José Barranco y a una de las pocas personas que permanecen en activo desde
entonces, el Jefe de Protocolo de la Diputación D. José Luis Angoy García, en
el extremo izquierdo.
En el
patio inferior se había instalado una exposición fotográfica con las obras
premiadas en el concurso que, durante veinticinco años, convocó el Centro, la
cual recorrieron detenidamente, al igual que las distintas dependencias de la
casa, prestando especial atención al contenido de nuestros archivos.
Posteriormente,
en el salón principal se celebró el acto formal de inauguración, presidido por
D. José Ignacio Senao, acompañado por el Alcalde de Borja D. Luis María
Garriga, el Director de la Institución D. Guillermo Fatás, el Presidente del
Centro y el Secretario del mismo, en el que D. Victorino Gracia expresó su
reconocimiento al esfuerzo realizado por la Diputación Provincial para
recuperar uno de los más importantes monumentos borjanos y dotar a nuestro
Centro de un espacio que venía a superar las carencias anteriores y otro
proyecto fallido.
Tras
firmar el Presidente de la Diputación en el Libro de Honor, se sirvió un
aperitivo en las bodegas del edificio, descubiertas de manera casual en los
trabajos previos a la restauración y que fueron acondicionadas para servir,
como así ha sido como Sala de Exposiciones. En la imagen aparece una de ellas,
aunque eran tres espacios similares, el primero de los cuales hubo que cortar
para ubicar la escalera auxiliar que enlaza las cuatro plantas de la casa.
Al
final el Presidente se efectuó la tradicional “foto de familia” del Presidente
de la Diputación y el Director de la Institución con los miembros del Consejo
Plenario del Centro, algunos de las cuales, junto con otros colaboradores
distinguidos aparecen en la segunda de ellas, realizada a continuación.
Hemos
querido recordar de manera especial ese acto pues, como hemos resaltado, supuso
un considerable avance dentro de la pequeña historia de nuestro Centro. Sin
embargo, 18 años después, la intensa actividad desarrollada, el crecimiento de
su biblioteca y los fondos documentales que se han ido reuniendo, fruto de la
labor y del reconocimiento a la misma en los más diversos ámbitos, ha dado lugar
a que la capacidad de almacenamiento de nuestras instalaciones se encuentren ya
al límite de sus posibilidades. Por ello, desde hace tiempo, venimos reclamando
la necesidad de proceder a su ampliación, dotándola de un lugar adecuado y con
los requerimientos técnicos precisos para servir como almacén de libros y otros
materiales. Aunque, hasta el momento, no hemos encontrado el eco preciso, no
desistimos de lograrlo para que esta institución modélica, como es el Centro de
Estudios Borjanos, pueda seguir desarrollando su cometido al servicio de todos
los municipios en los que proyecta sus actividades. Si el anterior Presidente
pudo lograrlo un año antes de su fallecimiento, entregándonos el testigo de su
extraordinaria labor, esperamos que el actual pueda hacer lo mismo, aunque sea
un poco antes de su óbito.
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