Borja celebró ayer la Solemnidad de la Inmaculada Concepción que, en nuestra ciudad, es fiesta votada desde el siglo XVII. Desde que fue fundado el convento de religiosas concepcionistas, la Eucaristía tiene lugar en su bellísima iglesia, en la que se dieron cita numerosas personas.
La celebración
fue presidida por el párroco D. José María Sánchez Becerril y, en ella estuvo
presente una representación de la corporación municipal y la Coral “Vientos del
Pueblo” que, al amanecer, había cantado la Aurora.
Al término de
la Misa dio comienzo la procesión que, en esta ocasión, salió por la puerta que
da acceso a la iglesia desde la calle de la Concepción, en lugar de hacerlo por
la de la avenida Cervantes.
Llevada a hombros
marchaba la preciosa imagen de la Inmaculada, conocida con el apelativo de “La
Napolitana”, que fue restaurada hace algunos años y luce en todo su esplendor.
Acompañando a
la Virgen iba el párroco, con una bonita casulla azul, color privativo en
España para las fiestas marianas; la representación municipal y la banda de la
Agrupación Musical Borjana, protegiéndose del viento helado que reinaba ayer.
Afortunadamente,
la procesión es muy corta, dado que discurre por las calles de la Concepción, Goya
y Nueva, para retornar al templo por la plaza de España. Por ello, los escasos
fieles que se animaron a participar en ella lograron superar las inclemencias
del tiempo.
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