viernes, 6 de septiembre de 2024

El dance en el Santuario de Misericordia

 

         Las fotografías que hoy estamos publicando forman parte del extenso reportaje que Enrique Lacleta realizó de todos los actos que tienen lugar durante la romería al Santuario de Misericordia el 25 de agosto, en la que el dance tiene un protagonismo especial.

 

         Antes de su interpretación se efectúa el saludo a la Virgen de Misericordia, un acto entrañable, que tiene lugar en el interior del templo, presenciado por las personas allí congregadas, entre las que se encontraban nuestro Presidente y los miembros de la Agrupación Musical Borjana con su Director D. Félix Martínez Lahuerta.


         Ya en la plaza y, en presencia de un lienzo con la imagen del Santo Apóstol, se realiza el dance y el paloteado, tras el saludo efectuado a San Bartolomé.

 




         Aunque con el nombre de dance solemos referirnos a todo, en realidad se trata de la parte hablada, en la que se pone en escena la tradicional lucha entre el bien y el mal. El demonio, magistralmente interpretado este año por la que hasta ahora había sido danzante, intenta impedir la celebración de la fiesta. Hace entonces su irrupción el ángel, que también lo hizo muy bien, venciéndole en la lucha, permitiendo la continuación de la celebración.

         Es de destacar que el realismo del disfraz del demonio causó pavor entre los más pequeños, como tuvimos ocasión de comprobar, aunque sus lloros se calmaron tras la actuación del ángel.


         Siguen después los dichos y competencias. Los primeros son las composiciones poéticas que los danzantes recitan en homenaje a San Bartolomé, para ser objeto a continuación, cada uno de ellos, de las respuestas de mayoral y rabadán que les dedican unas jocosas alusiones personales que el público aplaude con entusiasmo.

 





         Sigue, a continuación, la interpretación del paloteado, a cargo de los diferentes grupos. Los más pequeños visten el traje original de los danzantes, pantalón y camisa blancos, con faja y vivos rojos, llevando al cuello un pañuelo. Antiguamente, ceñían la cabeza con otro pañuelo. Los mayores usan el traje introducido hace unos años, con faldas y bandas cruzadas al pecho, que carece de esa tradición.

 



         Tras el baile con palos, siguen los de cinta, a cargo de unos y otros, para terminar con el de arcos de flores, que también es de introducción moderna, tomando como referencia el de El Buste.

 

         Al final, todos posaron al pie del árbol al que había sido sujeto el lienzo de San Bartolomé, entre los aplausos de las muchas personas que habían presenciado la representación, llevada a cabo en excelentes condiciones, dado que la temperatura era muy agradable, aliviada además por la sombra de los frondosos árboles que aún quedan en el Santuario.


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