El 5 de octubre de 1898 nació en Zaragoza D. José Camón Aznar, cuya madre Dª. Celestina Aznar Tapia era natural de Tabuenca, localidad en la que la familia Aznar, de noble estirpe, se encontraba establecida desde tiempo inmemorial. Allí se conocieron sus padres, en el transcurso de unas fiestas y, tras contraer matrimonio, fijaron su residencia en Zaragoza, dado que el padre, natural de Caspe, ejercía como procurador en la Audiencia Provincial. Sin embargo, el pequeño José visitaba Tabuenca durante los veranos y allí permaneció una larga temporada con su abuela, restableciéndose de una grave enfermedad.
Tras
cursar el Bachillerato, quiso matricularse en la Facultad de Filosofía y
Letras, pero su padre intento orientarle hacia el mundo del Derecho. Su
capacidad intelectual le permitió cursar simultáneamente las dos carreras y,
además, con su dominio del alemán, tradujo durante esos años varias obras de
Arte.
En 1927,
con tan solo 28 años de edad, obtuvo la cátedra de Teoría de las Artes y las
Letras en la universidad de Salamanca y, en 1933, la de Historia del Arte en la
de Zaragoza. Finalmente, en 1942, ganó por oposición la cátedra de Historia del
Arte Medieval de la Universidad Central, en la que permaneció hasta su
jubilación en 1968. Se da la circunstancia de que llegó a ser Decano de las
tres facultades en las que ejerció la docencia.
Miembro
de las Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de la Real Academia de la
Historia y de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, también fue
propuesto en 1969 para la Real Academia Española. Fue también Académico
Correspondiente de la de Bellas Artes de San Jorge de Barcelona, de la de San
Carlos de Valencia y de la de Bellas Artes de Lisboa, así como Académico de
Honor de la de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza.
Autor de
numerosas obras y artículos, fue fundador y director hasta su muerte de dos
importantes publicaciones, la Revista de
Ideas Estéticas del CSIC y la revista Goya
de la Fundación Lázaro Galdiano de la que fue Director. Patrono de varios
centros culturales de primera línea, en 1956 obtuvo el Premio Nacional de
Literatura, en su modalidad de Ensayo con su obra Picasso y el cubismo; y en 1972 le concedieron el Premio Nacional
Séneca por su obra teatral Ariadna.
Con su
colección de obras de Arte creó en Zaragoza el museo que, hasta hace poco,
llevó su nombre, siendo honrado con el título de “Hijo Predilecto y Meritísimo
de la ciudad de Zaragoza”. Por su parte, Tabuenca le concedió el de “Hijo
Adoptivo” y dio su nombre al Grupo Escolar. En ambas ocasiones visitó la
localidad, con la que siempre colaboró, intentando dar solución algunos de sus
problemas.
El 18 de octubre de 1971
fue nombrado Procurador en Cortes, en representación de la Real Academia de
Ciencias Morales y Políticas. Falleció en Madrid el 14 de mayo de 1979.
El Centro de Estudios
Borjanos que ha reunido muchas de sus obras, publicó en 2003 un texto suyo
inédito, el prólogo a la Historia de
Tabuenca del Dr. D. Pedro de Pablo Aparicio.
El 5 de octubre de 1934 murió en Mallén
el Cabo de la Guardia Civil D. Vicente
Revilla Rodríguez. Había nacido en Arellanosa de Muñoz (Burgos) en 1885 y
estaba casado con Dª. Leocadia González González, siendo padre de seis hijos.
Estaba destinado en Tudela cuando se inició el movimiento insurreccional de
1934, provocado por un levantamiento del partido socialista. Aunque los
incidentes más graves tuvieron lugar en Asturias, la rebelión también alcanzó a
nuestra comarca, especialmente a Mallén, donde los miembros de la UGT,
proclamaron el comunismo libertario y salieron a las calles armados con escopetas
de caza y algunas pistolas. Los revolucionarios asaltaron el ayuntamiento y,
tras desarmar a los alguaciles, izaron su bandera en el balcón principal. A
continuación se dirigieron al cuartel de la Guardia Civil, logrando hacerse con
el control del edificio, tras un intercambio de disparos.
Ante la gravedad de los hechos fue enviada una compañía de la Guardia Civil para intentar controlar la situación. Cuando se acercaban a Mallén, sus efectivos fueron recibidos con disparos, provocando la muerte del Cabo D. Vicente Revilla y heridas a otro número de la Benemérita. También hubo heridos entre los sublevados, muchos de los cuales huyeron de la localidad. El cadáver del cabo Revilla fue trasladado a Tudela en cuyo cementerio recibió sepultura. En su lápida se hace constar que “murió gloriosamente en Mallén”.
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