Ayer
publicamos una información en la que se daba noticia de un hecho cierto: Que
fue preciso cortar 3 centímetros la Cruz del paso del Descendimiento para que
pudiera salir por la puerta del claustro de Santa María.
Así
nos lo comunicaron y así lo transcribimos, atribuyendo el pequeño problema a
una modificación en la luz del arco, tras las recientes obras allí efectuadas,
tal como nos lo transmitieron.
El
artículo ha dado lugar a dos tipos de comentarios. Por un lado, el de quien
aprovecha la más mínima ocasión para desacreditar una labor reflejada en más de
6.000 artículos que, sin duda, han contribuido a difundir muchos aspectos de
nuestra ciudad, a costa de un enorme sacrificio.
Por
otro, los responsables de la obra que han aclarado que el arco sigue teniendo
las mismas dimensiones y se sienten dolidos porque se haya podido cuestionar su
labor. Como le hemos aclarado personalmente a uno de ellos, en modo alguno se
ha puesto en duda su profesionalidad que, como puede comprobar cualquier
seguidor de nuestro blog, hemos alabado en numerosas ocasiones, especialmente
al comentar la restauración del claustro de la colegiata.
Pero,
ante el hecho evidente de lo ocurrido y del cepillado de la Cruz, aceptamos por
buenas las razones que nos fueron expuestas. Si, como nos aclaran ahora, el
arco no se ha alterado habrá que buscar las razones que obligaron a tomar esa
decisión.
Por lo
tanto, no estamos ante una cuestión polémica, sino ante una información de un
hecho acaecido sobre el que se podría haber efectuado una investigación más
minuciosa para verificar los verdaderos motivos por los que no pudo pasar la
Cruz, como lo hacía hasta este año. Pero, no siempre es posible hacerlo, por
razones de tiempo, y comoquiera que en ningún momento pretendimos ofender a
nadie, ni cuestionar su labor, lo dimos a conocer para evitar que pudiera
repetirse lo mismo con peanas de mayor tamaño. A quien se ha sentido molesto ya
tuvimos ocasión de aclarárselo en conversación personal.
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