miércoles, 17 de octubre de 2012

Sobre el antiguo molino del Soto



            El día 3 de enero publicamos un comentario en torno a un pilar votivo que había sido construido en el “antiguo molino del Soto” y que ilustramos con las mismas fotografías que aparecen aquí.
Recientemente, hemos recibido varios comunicados señalando que ese edificio se llama, en la actualidad, “torre de los Gentiles”. Al mismo tiempo, en algunos de ellos se señalaba que las obras realizadas eran fruto del esfuerzo y de la ilusión de su propietario.





En relación con este asunto debemos señalar que cualquier persona puede denominar a su casa con el nombre que estime conveniente, pero ello no significa que el nombre tradicional quede relegado de la memoria colectiva, sobre todo cuando, como en este caso, hace referencia a un elemento patrimonial. De ahí que no consideremos incorrecto haber hecho alusión al “antiguo molino del Soto” porque, evidentemente, ese edificio fue un molino que se llamaba, precisamente, “del Soto”.
No es la primera vez que se plantea esta cuestión, tanto al citar antiguos molinos (del Fraile, de Clavería etc.) como torres. Es el caso de la antigua “torre de la morena” o el de la “torre Herrando” a la que su actual propietario tuvo el acierto de conservar su nombre original, recordando al ilustre personaje que la construyó: D. Juan Salvador Herrando.





Pero, hay otro aspecto al que conviene hacer referencia. Los molinos forman parte de nuestro Patrimonio, dentro del apartado de “Patrimonio Industrial” o “Patrimonio Hidráulico”. En estos momentos, el Centro de Estudios Borjanos está impulsando la realización de un inventario de todos los elementos que lo constituyen dentro de la cuenca del Huecha, a cargo de D. Guillermo Carranza Alcalde. De ahí, que sin cuestionar el derecho de sus propietarios a realizar las obras que consideren pertinentes, sobre todo si cuentan con la autorización precisa, vengamos defendiendo la conveniencia de proteger y conservar estos elementos patrimoniales, sin someterlos a alteraciones innecesarias. En numerosos lugares, incluida nuestra comarca, existen ejemplos de molinos, adaptados como viviendas, casas rurales, o establecimientos hosteleros que han sido rehabilitados para sus nuevos fines, conservando sus características tradicionales. De ahí, la preocupación que dejábamos traslucir en nuestro comentario original, expresado con cierta ironía que, en modo alguno, pretendía ser ofensiva.
Resumiendo, por lo tanto, lo que allí se señalaba, en el “antiguo molino del Soto”, ahora denominado “torre de los Gentiles” hay un nuevo pilar votivo que hemos incluido en nuestro inventario, al igual que haremos en caso de que surjan otros.
Por otra parte, todos los antiguos molinos forman parte del “Patrimonio Industrial” de nuestra zona que, en la actualidad, estamos inventariando.
Finalmente, es lógico que nos decantemos por una rehabilitación respetuosa de estos elementos y cuestionemos aquellas modificaciones que representan una alteración significativa.


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