Se
quejan, con razón, algunos de nuestros lectores de que no hemos publicado
imágenes del resultado final de las obras de restauración de la Casa de la
Estanca. Lo hacemos hoy, a través del reportaje que acaba de realizar Enrique
Lacleta.
A
través de estas bonitas fotografías podemos comprobar el espectacular resultado
conseguido en este edificio que es uno de los más interesantes monumentos
borjanos, declarado Bien de Interés Cultural el 18 de septiembre de 2011.
La
Casa de la Estanca fue construida, entre 1539 y 1543, por el alarife mudéjar
Antón de Veoxa para servir de alojamiento a la persona encargada de vigilar las
aguas de ese embalse artificial, conocido con el nombre de “Estanca de Borja”
que data de 1328.
El
edificio es de planta cuadrangular, de unos cinco metros y medio de lado, y
consta de tres cuerpos. El inferior es de sillares unidos por argamasa que
pudieron pertenecer a un edificio anterior, una hipótesis no comprobada. Entre
dos bandas de esquinillas se encuentra un paño decorado por una red de rombos
formados por ladrillos resaltados, dispuestos a soga y tizón.
En el cuerpo superior
existe una arquería de arcos dobles de medio punto, cinco en cada lado,
característica de los edificios renacentistas aragoneses. El alero está
constituido por una banda de esquinillas que soporta una cubierta a cuatro aguas,
rematada por un pináculo.
Las obras han sido
realizadas por la Brigada de Obras y Servicios Municipal que, una vez más, ha
dejado testimonio de su gran profesionalidad. En esta fase, se ha procedido a
la recuperación de las cuatro fachadas; restauración de la arquería superior abriendo
los vanos y dotándoles de ventanas acristaladas; acondicionamiento del vano
rectangular que existía en la cara que se orienta a la Estanca; demolición de
la estructura que, en su origen, protegía la conducción de agua; y centrado y
restauración de la puerta de acceso.
Según
ha manifestado el Concejal responsable, D. Leandro José Galindo, queda
pendiente la instalación de una barandilla metálica en la zona que se prolonga
hacia la Estanca. En los próximos meses se procederá también a la plantación de
árboles en su entorno.
Se
tiene el propósito de adecuar el edificio como Centro de Interpretación de ese
hermoso espacio natural que es la Estanca. Lamentablemente, este año ha estado
sin agua desde comienzos del verano, lo que ha tenido graves consecuencias para
la fauna de la zona. Es de esperar que esta situación no vuelva a repetirse en
el futuro, adoptando para ello las medidas precisas.
La
restauración de este monumento ha sido una de las actuaciones más destacadas
llevadas a cabo por la corporación municipal, en el ámbito del Patrimonio
Cultural, y ha supuesto la salvación del mismo, ya que su supervivencia estaba gravemente
amenazada, como habíamos señalado desde el Centro de Estudios Borjanos, por lo
que, desde aquí, queremos manifestar nuestra felicitación a todos los que la
han hecho posible.
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