Acaba
de ponerse a la venta en Internet esta postal de la plaza de las Canales,
procedente de un archivo borjano que, por su elevado precio, no hemos podido
adquirir por el momento.
Queremos
destacar, sin embargo, que su interés radica en el hecho de que ofrece una imagen
inédita de la fuente de las Canales, así como del edificio al que está adosada.
Está fechada en 1904, poco después de que el Alcalde D. Feliciano Rivas
Foncillas hubiera llevado a cabo la remodelación de la plaza, derribando parte
de ese edificio y decorando la pared resultante con esa magnífica solución de
pilastras acanaladas que sostienen un frontón triangular. En ella no existe ningún
vano, precisamente por su condición de medianería.
Al
mismo tiempo, reemplazó la fuente original por esta otra, cuyo diseño
desconocíamos, de forma rectangular, como se distingue detrás del grupo de
personas que se apoyan en ella, enmarcada por unos bloques de piedra sobre uno
de los cuales se dispone un cántaro. A la derecha, puede verse también un
alguacil, con el uniforme que vestían en aquellos momentos, llevando en su mano
derecha una larga vara.
Esta
fotografía es anterior y en ella se aprecia perfectamente el diseño que tenía
originalmente la fuente, con dos escudos en el frontal, en uno de los cuales aparecen
las armas de la ciudad. De él nos hemos ocupado en otras ocasiones, aunque
nunca pudimos identificar al otro. Podemos datarla en fecha anterior a 1902,
pero posterior a la instalación del alumbrado eléctrico, ya que junto a los
antiguos faroles de gas, ya pueden verse los nuevos soportes con bombillas.
También aquí aparece un alguacil que, en este caso, apoya la vara en el suelo,
lo que viene a demostrar que, a comienzos del siglo XX era habitual la
presencia de la policía en las calles.
Pero
la solución adoptada planteó muy pronto graves problemas por las filtraciones
de la fuente. Si observamos la fotografía se aprecian perfectamente las manchas
de humedad en la pared, donde por otra parte ya se habían producido
desprendimientos del revocado.
Por
ello, D. Feliciano Rivas, en su segundo mandato como Alcalde (1905-1907) tomó
la decisión de separar la fuente, disponiendo tras ella un abrevadero, aunque
alejado de la pared. Al mismo tiempo, se le dotó de un remate sobre la
estructura moldurada preexistente. A ello contribuyó el que la casa afectada
por las humedades fuera de su propiedad.
En esta
foto se puede ver, asimismo, una de las dos ventanas que, más tarde, el
Ayuntamiento autorizó a abrir para dar luz a la carpintería que había en la
planta inferior del edificio posterior, aunque en la concesión se hacía constar
que debían tener reja y que podría ordenar su cerramiento en cualquier momento.
Este
nuevo aspecto de la fuente es el que aparece en algunas postales, como la que
reproducimos, en la que además se puede ver el edificio que hacía esquina con
las calles de San Francisco y Tejadas, con esa hermosa decoración en yeso en el
ángulo de la misma.
En
la década de los años 70, tras la instalación del abastecimiento de agua en
todos los edificios de la ciudad, la fuente fue desmontada, a pesar de ser uno
de los elementos más característicos del paisaje urbano. Ya no era necesario,
acudir a ella para proveerse del agua, pero el motivo determinante para su
eliminación fue la petición de un grupo de vecinos para disponer de unas plazas
de aparcamiento.
Afortunadamente,
siendo Alcalde D. Luis María Garriga, se procedió a su recuperación, utilizando
los sillares originales que, milagrosamente, se habían conservado. Esta imagen
corresponde a un momento próximo a la reinauguración, cuando el agua corría por
sus caños, cosa que ahora es imposible, pues volvieron a aparecer fugas en las
cañerías interiores y para subsanarlas, sería necesario, volver a desmontarla.
La fuente se dispuso, en esta ocasión, separada de la pared, pero sin los
pilones o abrevaderos que habían existido anteriormente.
Hasta
hace no demasiado tiempo, la fuente, ya sin agua, se encontraba rodeada de
coches y contenedores. La reubicación de estos últimos ha mejorado la
situación, pero ha quedado pendiente una reforma con la que pretendía dotarla
de un perímetro de protección, para impedir el aparcamiento.
Al
mismo tiempo, se quería restaurar la medianería cuyo estado es, en la
actualidad, muy parecido al que se advierte en esta fotografía, tomada en 2011,
con las pilastras casi destrozadas, cables cruzando la fachada y vanos
anárquicos afectando a su diseño. Debemos recordar que fue una obra municipal,
ajena a la propiedad del edificio, que, al margen de los verdaderos motivos que
la impulsaron, constituyó en su momento una indudable mejora en la imagen de ese
espacio público.
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