De las
dos fuentes monumentales que han existido en Magallón, queda únicamente la conocida popularmente
como “fuente del Niño”, denominación que resulta llamativa, dado que en la
actualidad, coronando el pilar central, se encuentra una imagen de San Antón,
réplica de otra anterior realizada en alabastro. Al parecer, antes de que fuera
colocado el Santo abogado de los animales, hubo una figura del Niño Jesús,
aunque la historia de la fuente y de su columna es más compleja.
En cualquier caso, la
fuente hay que enmarcarla en un conjunto hidráulico constituido también por un
lavadero, un abrevadero y un tramo de acequia descubierto, que aparecen
reflejados en este plano realizado por Pedro Domínguez Barrios que es quien nos
ha facilitado los datos y las imágenes.
El abrevadero de pretil
alto (sólo para caballerías), situado al oeste de la fuente, junto a la acacia,
fue demolido al caer en desuso. El
lavadero, también ubicado al oeste, corrió la misma suerte, al quedar incluido
en una propiedad privada. La corriente de agua vista terminó siendo entubada.
Sobre la aludida
presencia del Niño Jesús en la fuente no tenemos imágenes pero es llamativo que
en un programa de fiestas de 1954, conservado en nuestro Centro y en el dibujo
que reproducimos se ve perfectamente el pilar rematado por un piramidón y sobre
el mismo la bombilla que lo iluminaba. Las características de esa columna y la
tipología del material con el que fue construida, distinto al de la fuente, así
como que en el mismo aparezcan las armas de Magallón, nos ha llevado a plantear
la posibilidad de que nos encontremos ante los restos del rollo o picota de la
villa, que era de realengo. Es cierto que sus dimensiones son menores de las
que corresponden a un elemento de ese tipo, pero pudo ser despojado de uno o
varios tambores de la columna, manteniendo la basa, el capitel y lo más
representativo del mismo, el escudo de la villa. Merecería por lo tanto ser
objeto de un estudio detallado, dada la importancia que tendría el verificar
esta hipótesis.
Entre 1916 y 1920 fue
construida la fuente que ya aparece en el plano topográfico de 1922. Para ello
se colocaron circularmente en torno a la columna ocho
piezas de arenisca de perfil escalonado y asentadas sobre un amplio zócalo de
piedra caliza. En esta antigua postal, se puede ver el aspecto que presentaba
con la imagen de San Antón, en el interior de un edículo o pequeño templete con
una cupulilla sostenida por cuatro columnitas.
Su
tipología es muy similar a la del pilar de la Virgen del Olivar de Lécera, al
que corresponde esta otra fotografía del Gobierno de Aragón (SIPCA). Pero, como
antes hemos señalado, la imagen que aparece en su interior es la de San Antón.
D. Elisardo Pardos Bauluz afirmaba que la fuente vino a sustituir a un pilar
anterior dedicado a este Santo.
La
referencia a ese pilar aparece en la toponimia local, dado que la zona
correspondiente a la actual plaza de Aragón, era conocida con ese nombre y en
Magallón la cofradía de San Antón es muy antigua. Sin embargo, según
informaciones recabadas, la imagen del Santo se encontraba en una hornacina
situada en la fachada del molino existente en ese lugar.
Posteriormente
fue retirada la capillita que acogía a la imagen, dejándola sin protección y
girando su posición. Precisamente, para evitar que la lluvia continuara afectando
a la fragilidad propia del alabastro, no hace muchos años, fue reemplazada por
la actual réplica.
Hubo
un tiempo en que el pilón de la fuente estuvo macizado para facilitar la
recogida del agua que manaba y sigue manando de esas cabezas de felino en
bronce, realizadas probablemente en la fundición zaragozana Averly.
El
agua de la fuente procedía de esas balsas, ahora en desuso, que también
abastecían a la localidad. Hemos de agradecer el trabajo de Pedro Domínguez que
nos ha servido para conocer la historia de la fuente y, al mismo tiempo, para
plantear la posibilidad de que nos encontremos ante los restos de un monumento
mucho más importante.
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