Ayer, como habíamos anunciado, nos desplazamos a Añón, para asistir a la Feria del Comendador que este año se celebraba en una fecha inusual, a pesar de lo cual, tuvimos suerte, pues la mañana fue sumamente agradable, con una temperatura en torno a los 17º C, y con el sol iluminando los maravillosos paisajes del entorno de la localidad, en cuya entrada nos llamó la atención el cartel instalado, siguiendo una costumbre que se está imponiendo en casi todos los municipios.
Tiempo
tendremos de comentar otros aspectos de nuestra visita, pero hoy ofrecemos
algunas imágenes de la recreación que dio comienzo a las once de la mañana, con
la actuación de “Los Lobos Negros” y la música de “Bucardo Folklore Aragonés”.
Desde la plaza
del Ayuntamiento, donde se produjo la llegada del comendador, nos trasladamos a
lo alto del casco urbano, para asistir a las escenas de toma de posesión del
castillo y de la iglesia, donde la presencia de público era ya más numerosa y
fue creciendo en el transcurso de la mañana.
Allí tuvimos la
oportunidad de saludar a dos antiguas amigas, Azucena y Pilar, a las que el malhadado
fotógrafo no sacó demasiado favorecidas. Después, nuestro Presidente dirigió
una visita a ese precioso templo que es la iglesia parroquial.
Había más
asistentes que, en ocasiones anteriores, soportando las gélidas temperaturas
del interior de la iglesia, en contraste con las mucho más agradables del
exterior.
Después recorrimos
la Feria, donde pudimos adquirir unos dulces marroquíes, elaborados en el
propio Añón, que nos recomendaron vivamente. La mañana terminó con la comida
efectuada en el Salón Multiusos, donde nos sirvieron una paella y un guiso de
carne, con postre, pan y bebida. Más de 100 personas nos reunimos allí,
disfrutando de una agradable compañía, antes de regresar a Borja.








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