Es costumbre que todos los que han participado en la instalación del Belén Monumental de la Casa de Aguilar, se reúnan en una cena, organizada por ellos mismos, que suele discurrir en un cordial ambiente de camaradería.
Cada uno aporta
los alimentos que cree conveniente o los traídos desde otros lugares, lo que
permite constatar que la morcilla de Borja es mucho mejor que la de otras
ciudades donde gozan de gran fama.
Este año, la
cena fue una auténtica muestra de excelentes y variados productos muy bien
elaborados, acompañados de vinos, refrescos y cava, con el que se brindó por el
éxito del belén.
Es de destacar
que todos aportaron algo, incluso los que llegaron más tarde, aunque no por
ello dejaron de ser los más esperados. Al final, la mesa ofrecía un aspecto tan
espectacular que algunos propusieron volver a repetir la cena el día de la
clausura.







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