Tras haber comentado los tres belenes monumentales de Borja y el de la plaza del Mercado, hoy queremos volver a destacar la importancia del belén de la iglesia del convento de Santa Clara, el más antiguo de Borja y con singularidades propias.
Se trata, en
realidad de un Nacimiento, datado a finales del siglo XVIII y cuyas figuras
principales visten ricas ropas de la época, pudiendo ser contempladas todo el
año en el Museo de Santa Clara.
El Belén se instala
el Cuarto Domingo de Adviento pero, hasta la Nochebuena, el lugar del Niño
Jesús, lo ocupa el libro en el que aparecen las profecías que anunciaban la
llegada del Mesías.
Se conserva la
estructura original, con una pintura en la que aparece la estructura de un templo
de arquitectura barroca y a su lado una sencilla casa, que recuerda al Portal,
con el buey y la burra descansando junto a él.
Las únicas figuras
que acompañan al Nacimiento son las de los tres Reyes Magos con un camello. El
Niño Jesús será colocado en su cuna en la Nochebuena y, el día de la Epifanía,
recibirá a los Reyes sentado en una sillita.
Fuera de lo que
es el belén antiguo, se han colocado unas ovejas con un pastor que no forman
parte de la estructura original. Todo ello, rodeado de musgo y ramas de pino.
El belén puede verse durante las celebraciones eucarísticas y cuando el templo
permanece abierto.






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