El Periódico de Aragón viene editando una serie de libros que, en un principio, estaban dedicados a ofrecer imágenes antiguas de diferentes ciudades aragonesas. Pero, tras la publicación de los correspondientes a Borja y Caspe, la serie recibió una nueva orientación.
Con el nombre
genérico de “Memoria visual de Zaragoza” y la colaboración del Gran Archivo
Zaragoza Antigua, han ido apareciendo una sucesión de libros, ofreciendo una
completa visión de la capital aragonesa, década por década.
Ahora nos llega
el que lleva por título La ciudad destruida, con textos y selección de
imágenes de José María Ballester Miguel y Antonio Tausiet. Tras una introducción
genérica, la obra se estructura en cinco capítulos dedicados a “Edificios
civiles”, “Edificios religiosos y militares”, “Hitos urbanos”, “Industria y
transportes” y “Comercio y sociedad”.
Como todas las
anteriores es una obra eminentemente visual, pero, en esta ocasión, adquiere
especial patetismo al constatar la terrible destrucción experimentada en la
trama urbana de Zaragoza.
Aquella ciudad
que admiraba a los viajeros en el siglo XVI, fue desapareciendo, a consecuencia
de diversos factores. Algunos de ellos tuvieron que ver con aquel triste
episodio de los Sitios, pero el siglo XIX y los comienzos del XX fueron
especialmente fatídicos en ese afán destructivo que parece consustancial con nuestra
gente.
Impresiona lo
mucho que hemos perdido y, sobre todo, que el proceso no se ha detenido por
completo, pues algunas de esas perdidas no acaecieron en el pasado, sino que
las hemos vivido recientemente.
La lectura del
libro debería servirnos a todos como reflexión, pero estamos seguros de que no
impedirá nuevos desmanes, por lo que, al menos, obras como la que estamos
comentando pueden servir como testimonio de todo lo que vamos perdiendo.

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