Durante
nuestro recorrido por la Feria de Oficios de Lituénigo tuvimos la oportunidad de
adquirir la obra recientemente publicada por Edicions Transiberiano, titulada A fabla de Moncayo. Estudio comparativo con
a lengua aragonesa, de la que es autor Dabi Lahiguera Albericio que, como
él mismo señala en las notas previas procede de una familia de Tarazona, ciudad
a la que se siente especialmente vinculado, de manera que su obra gira en torno
a la misma, aunque con referencias a otras zonas próximas como la de “Borcha”.
El
libro es un diccionario precedido de un amplio estudio introductorio de 160
páginas, dividido en siete apartados, entre los que son especialmente
significativos el segundo, dedicado a la historia de la lengua y de la sociedad
aragonesa; y el tercero que aborda la interpretación lingüística del proceso de
castellanización. Para el autor la lengua estándar es un artificio que es
preciso imponer, dado que sin ella la nación no se puede construir. De ahí, que
el estado-nación, utilice todos los instrumentos a su alcance para lograrlo:
administración, escuela, servicio militar etc.
Entre
las principales fuentes que cita para su recopilación figuran desde su propio
trabajo de recopilación a obras como la Tradición
Oral del Moncayo Aragonés, de Luis Miguel Bajén y Mario Gros, pasando por
el artículo que Manuel Gargallo publicó en Archivo
de Filología Aragonesa, sobre el habla de Tarazona, o el de Isaías González
en la revista de Novallas La toque.
Es
cierto que cita trabajos como el Fernando Lázaro Carreter sobre el habla de
Magallón, localidad de la que lo hace natural (aunque no nació allí), pero en
este caso con comentarios sorprendentemente peyorativos dado que al referirse a
la opinión del que fuera Presidente de la Real Academia Española, señala que
ello dice muy poco de la capacidad analítica del autor y de la pseudociencia
que dice desarrollar, pero esa era la realidad de la filología española de la
época.
Continuando
con la recopilación de obras de D. José María Dusmet hemos adquirido la edición
facsimilar de un artículo que, sobre “Algunos ápidos nuevos o interesantes del
Museo de Madrid” apareció en el nº 22 de la Serie Zoológica de Trabajos del Museo Nacional de Ciencias
Naturales, en 1915, que contribuye ampliar los fondos existentes en nuestra
biblioteca sobre este distinguido entomólogo.
El
Frente de Afirmación Hispanista de México nos ha remitido una nueva obra de su
prolífico presidente, Fredo Arias de la Canal, que lleva por título José de Espronceda: Su trauma oral. Ensayo:
el amor sexual. El amor masoquista, el cual se inscribe dentro de la línea
de investigación del autor.
Cuando
no hace muchos días dábamos noticia del crimen de la calle de Fuencarral,
protagonizado por Higinia Pastor, natural de Ainzón, uno de nuestros lectores
comentaba que había visto reproducida la cabeza de la asesina en el Museo de
Cera de Madrid. Contestando a esa aportación, señalamos que esa “cabeza” no era
la de Higinia, sino la de Cecilia Aznar, autora de otro crimen posterior,
acaecido en la misma calle madrileña de Fuencarral. Cecilia era de familia
borjana, aunque no ha había nacido en nuestra ciudad. De ella nos hemos ocupado
en otras ocasiones pero, ahora, hemos adquirido la obra de Blanca Bertrand,
titulada El otro crimen de la calle de
Fuencarral, en la que de forma novelada, relata las singulares
circunstancias de ese asesinato y la peripecia posterior de Cecilia, hasta su
detención y posterior condena, que no fue de muerte, entre otras razones por la
intervención del Alcalde de Borja. Para quienes quieran conocer más detalles
sobre este sorprendente caso, pueden obtenerlos en el artículo que en 2014
publicamos en este blog, del que ofrecemos el correspondiente enlace.
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