Reseñamos
hoy cuatro excelentes revistas, tanto por sus contenidos como por su cuidada
presentación que, a pesar de sus diferentes características, siempre son
recibidas con interés.
La
primera de ellas es el nº 359 de Goya,
la Revista de Arte que edita la Fundación Lázaro Galdeano que, en esta ocasión,
está dedicada al coleccionismo, con cinco importantes trabajos. Ángel Rodríguez
Rebollo aborda diversos aspectos del coleccionismo practicado por Felipe IV en
el alcázar de Madrid y la función que desempeñaron las obras adquiridas.
Alberto Velasco González estudia el coleccionismo privado a través del ejemplo
de familia Carreras que fue pionera en el interés por el arte medieval en
Barcelona. Sumamente ilustrativo es el artículo de Dimitra Gkozgkou sobre la
Sociedad Española de los Amigos del Arte, una entidad privada constituida en
1909, por iniciativa de la duquesa de Parcent, con la colaboración de
destacadas personalidades de la época, desde intelectuales como D. Marcelino
Menéndez y Pelayo a políticos como D. Eduardo Dato y más tarde el general Primo
de Rivera que también colaboró en el objetivo de la sociedad para dar a conocer
el Arte español, en sus diferentes facetas, a través de las exposiciones que
organizaba con los fondos de sus propios miembros y la revista Arte Español que
editaba. Aunque la sociedad se extinguió en los años 70 del pasado siglo, el
trabajo de la investigadora griega se centra en su labor en el primer tercio del
mismo, poniendo de manifiesto que también se proyectó hacia ámbitos tales como
la salvación de determinados edificios, el antiguo hospicio de Madrid o el
palacete de la Moncloa. No menos importante fue la creación del Museo Nacional
de Artes Decorativas o la ingente labor de recopilación de trajes regionales
realizada por la duquesa de Parcent, cuyos fondos forman parte del actual Museo
del Traje. Yolanda Pérez ofrece su visión sobre el traslado al exterior del
Patrimonio Histórico Español por el gobierno republicano y, finalmente, Ricard
Bru da a conocer la labor de Cels Gomis como coleccionista de arte popular
japonés.
El nº
27 de Hispania Nostra está dedicado
al turismo cultural que fue también objeto de atención en la última reunión de
asociaciones, celebrada en Málaga, sobre la que se publica un amplio reportaje.
La revista informa también de la concesión de los Premios Hispania Nostra 2017
y del seminario del Patrimonio Cultural que se celebró el pasado mes de abril
en Cartagena. El turismo cultural es abordado desde diferentes perspectivas por
el Prof. D. Miguel Ángel Troitiño, en un artículo en el que, por cierto, hace alusión
al caso de Albarracín. El Prof. D. Daniel Rico en su trabajo sobre “El turista
permanente” plantea el caso de Barcelona, mientras que el Prof. D. Alejo
Hernández Lavado trata sobre “Turismo vivencial y su gestión fiscal”. Este
bloque temático se completa con la entrevista a D. Ignacio Vasallo, fundador de
Turespaña y experto en turismo internacional. Especialmente interesante es el
trabajo sobre el antiguo barrio del Molinete de Cartagena en el que sucesivas
actuaciones arqueológicas han permitido su completa transformación hasta
convertirlo en uno de los principales activos patrimoniales de la ciudad.
Destacamos también el artículo de D. Francisco Hernández Pardo sobre “La fuga
de nuestros tapices”, en el que llama la atención sobre un conjunto no
suficientemente valorado, sometido a una “descarada exportación ilegal” con la “merma
de nuestro mayor tesoro”, por parte de personalidades tan destacadas del siglo
XIX como los duques de Medina Sidonia y Alba, entre otros. De este “saqueo”
tampoco se libró la Iglesia que vendió o malbarató muchos de los tapices que
conservaba, aunque el autor cita ejemplos como “los magníficos ejemplares que
custodia todavía la Seo de Zaragoza (60 tapices)” de cuyo museo se incluye una
foto, así como las catedrales de Toledo, Sigüenza, Tarragona y Santiago de
Compostela. Entre otros temas de interés reseñamos el artículo de la arquitecta
Eva Moreno titulado “Pamplona tiene cadenas y Tudela su Mejana”, haciendo
alusión a paisaje cultural y gastronomía.
Es
imposible hacer alusión a todos los artículos que reúne el nº 382 de Aragón Turístico y Monumental, la
excepcional revista que edita el Sindicato de Iniciativas y Propaganda de
Aragón, al que invitamos a asociarse a todos nuestros lectores, dada la ingente
labor que viene realizando. Se distribuyen en cuatro áreas. La primera dedicada
al Patrimonio con reportajes sobre el castillo de la Ballesta de Ardisa, del
modernismo del Círculo Oscense y sobre el Alma Mater Museo de Zaragoza, junto
con uno muy oportuno sobre la historia y la situación actual del patrimonio del
monasterio de Sijena, así como otro muy interesante sobre las torres rurales de
Zaragoza.
En el
apartado sobre Arte e Historia se incluyen artículo sobre la pluralidad
lingüística, la exposición regional de Arte de 1915, la imprenta Blasco o el
ferrocarril de Canfranc, entre otros. Sobre lugares emblemáticos de Aragón, se
citan en esta ocasión los pinares de Rodeno o la cuenca del Jalón, donde se
asocia el arte mudéjar y la Gastronomía. En otro artículo se dedica un recuerdo
a las antiguas fondas, pocas de las cuales han sobrevivido. El último bloque
está dedicado a las actividades del SIPA, con noticia de los Premios otorgados
este año y de las excursiones realizadas.
Nos ha
llegado también el nº 8 del Boletín Informativo
del Centro de Estudios de la Tierra de Ágreda y el Moncayo soriano, una
asociación a la que vimos nacer y que viene desarrollando un excelente trabajo,
del que esta revista constituye un claro exponente. Entre los artículos que
incluye en este ejemplar, debemos destacar el que lleva por título “Ágreda y
los Borgia” que encuentra su justificación en el hecho de que fue un vecino de
esa localidad, miembro de la familia Garcés de los Fayos, quien acabó con la
vida de César Borgia en Viana, en 1507. Lo que nos ha sorprendido es la
referencia a que los Borja fueran “valencianos sospechosos de un pasado
judeo-converso, marranos aragoneses…”. Otro artículo de interés es el que da a
conocer nuevos datos en torno a Gaspar de Ezpeleta, el caballero asesinado en
Valladolid, en 1605, en cuyo crimen se vio involucrado D. Miguel de Cervantes.
Sobre este asunto publicamos un artículo en este blog, señalando que guardaba relación
con Borja, de donde era natural su abuela materna Dª. Graciana (o Gracia) de
Aguirre, que contrajo matrimonio con D. Gaspar de Ezpeleta, estableciéndose en
nuestra ciudad, hasta que se trasladaron a la capital navarra. El artículo que
estamos comentando trata sobre la relación del fallecido con Ágreda.
Finalmente, debemos citar el artículo dedicado a “La electrificación en la
Tierra de Ágreda”, donde se trata sobre las distintas centrales construidas desde
finales del siglo XIX, entre ellas la Electra Vozmediano, creada en 1904, con
el objeto de suministrar fluido eléctrico a veinte localidades, entre ellas
Borja y otras de su comarca. Esta empresa llegó a contar con una central
térmica en nuestra ciudad.
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