Cuando
anunciamos las fiestas que se iban a celebrar en Borja, en honor a la Virgen
del Carmen, señalamos que nos había llamado la atención que, en el programa, no
figurase el canto de la tradicional Aurora.
Pero,
ayer se cantó por un grupo de entusiastas devotos que, a las siete en punto de
la mañana, se congregaron ante la Casa Consistorial, como viene haciéndose en
todas las Auroras. Les acompañó Enrique Lacleta que fue quien realizó las
bonitas fotografías que ilustran este artículo.
Precedidos
por el son de la campanilla, fueron deteniéndose en lugares como el arco de San
Francisco, la iglesia de San Bartolomé, la plaza del Mercado o la colegiata de
Santa María, sumando a otras personas en el transcurso del recorrido.
Llegaron
después al barrio que lleva el nombre de la Virgen, con sus calles engalanadas,
hasta alcanzar el conocido como “arco de Sayón” que era el acceso al palacio
que, con una finca de recreo, mandó construir la familia Vera en el siglo XVI.
Y,
por supuesto, se cantó también en la plaza, ante la imagen de la Patrona de las
cuatro Marinas (Armada, Mercante, de Pesca y Deportiva), simbolizadas en el
barco donde se coloca a la Virgen.
Hay que
resaltar que tradiciones tan hermosas como las del Canto de la Aurora se
mantienen vivas merced al entusiasmo de las personas que se dan cita, en cada
ocasión, para cantar estas composiciones musicales que, en el caso de la del
Carmen, presenta la peculiaridad de entonarse a dos voces.
Al
final, los participantes se reunieron en una peña del barrio para reponer fuerzas
antes de acudir a la Solemne Eucaristía que se celebró en la colegiata de Santa
María a las once de la mañana.
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