Una de
las películas más impresionante, entre la amplia producción del legendario
director Alfred Hitchcock es la que lleva por título Los pájaros, estrenado en 1963, y en la que bandadas de gaviotas y
cuervos atacan a los habitantes de una pequeña ciudad costera estadounidense,
logrando crear un clima de inusitado terror.
Una
situación semejante es la que vivió Enrique Lacleta cuando circulaba por la
carretera que conduce a Ambel y Talamantes. Inesperadamente una gigantesca
bandada de estorninos surgió delante del coche, a una distancia increíblemente corta,
obstaculizando completamente la visión, por lo que tuvo que detener su
vehículo.
Una
vez parado y repuesto del susto inicial, aún tuvo fuerzas para, haciendo gala
de un valor increíble y fiel a su compromiso informativo, colocarse el chaleco
reflectante, disponer los triángulos en la calzada y realizar algunas fotografías
de los pájaros abandonando el lugar, las cuales, por el tiempo que había transcurrido
debido a todo lo que tuvo que efectuar nada más bajar del vehículo, no ofrecen
una imagen precisa de la magnitud del “ataque”. No es la primera vez en que
bandadas similares levantan el vuelo al paso de un vehículo, provocando una
situación de desconcierto junto con algún temor pues, aunque durante el vuelo
realizan impresionantes giros y maniobras sin chocar entre ellos, se han dado
caso de impactos directos en los parabrisas o la carrocería de los coches.
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