En
estos momentos el Dr. D. Alberto Aguilera Hernández está trabajando, entre
otras materias, en la realización del inventario del Patrimonio Artístico
Religioso de Agón, donde se intuía, desde hace tiempo, la existencia de alguna
obra salida de las manos de Cristóbal Salesa, miembro de una importante
dinastía de artistas borjanos, en la que el más conocido es el pintor y
grabador Buenaventura Salesa, pero en la que Cristóbal destacó como escultor,
con un estilo inconfundible que hace posible atribuirle muchas obras existentes
en nuestra zona. Pero una cosa es atribuirle la realización de un trabajo y
otra muy diferente es documentar de manera fehaciente su autoría.
Esto
es lo que ha logrado ahora el Dr. Aguilera revisando el archivo parroquial y,
en concreto el libro de la cofradía de la Virgen del Rosario y del Santo Nombre
de Jesús, fundada en 1632, a la que en 1776 se le agregó la cofradía del
Santísimo Sacramento.
Fue,
en ese momento, cuando se decidió construir una capilla, ahora desaparecida, cuyas
obras comenzaron en 1779. El retablo de la misma, también desaparecido, le fue
encargado a Cristóbal Salesa, habiendo quedado reflejados los pagos por el
mismo y por las estatuas, en 1780 y 1781. Posteriormente, se encargó de dorarlo
Diego Díaz del Valle, un pintor y dorador nacido en Cascante que también
trabajó mucho en nuestra comarca y, en concreto, en la reforma del retablo
mayor de Santa María de Borja, junto con el escultor Santiago Marsili.
Pero,
en la iglesia parroquial de Agón hay dos imágenes de la Virgen que pueden ser
consideradas como obra de Cristóbal Salesa, la actual titular del retablo mayor
(que es muy anterior y ha sido estudiado por la Dra. Dª. Rebeca Carretero) y otra
situada también en cabecera del templo, siendo difícil, por el momento a cuál
de las dos se refieren los pagos.
También
lleva el sello inconfundible de Salesa esta imagen de San José que bien pudo
pertenecer al exorno del retablo citado en el que habla de “estatuas” en
plural. No obstante, los trabajos prosiguen siendo todavía prematuro hablar de
resultados concluyentes, a la espera de la publicación del inventario que
desearíamos que pudiera ser editado este mismo año.
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